El viaje de Martín hacia la escuela



Martín vivía en un pequeño pueblo a las afueras de la ciudad. Era un niño muy inteligente y curioso, al que le encantaba aprender cosas nuevas. Sin embargo, para llegar a su escuela, la Escuela Luis Reyes, tenía que caminar 3 kilómetros todos los días, sin importar el clima o los obstáculos que se cruzaran en su camino. Pero Martín nunca se rendía. Cada día, emprendía su viaje con determinación y una sonrisa en el rostro.

En su camino, Martín se encontraba con distintos desafíos. Un día, llovió tan fuerte que el camino se convirtió en barro, pero Martín no se dio por vencido; con sus botas de lluvia y su mochila protegida, siguió avanzando. En otra ocasión, un perro grande y temeroso le ladró ferozmente, pero Martín, con su valentía, logró calmarlo y siguió su camino.

Un día, Martín encontró a una tortuga atrapada en una zanja. Sin dudarlo, la ayudó a salir y continuó su marcha. La tortuga, agradecida, decidió acompañar a Martín en su camino hacia la escuela. Juntos, enfrentaban todas las dificultades, animándose mutuamente. La tortuga se convirtió en su amiga y aliada.

A pesar de los desafíos, Martín siempre llegaba a la escuela con una gran sonrisa. Sus compañeros y maestros lo admiraban por su inteligencia, pero también por su valentía y constancia para superar las adversidades.

Un día, la maestra les propuso a los niños un desafío: cada uno debía contar una historia de superación. Martín, inspirado por su propia experiencia, contó su historia. Habló sobre los obstáculos que enfrentaba cada día en su camino a la escuela, y cómo, con valentía y determinación, lograba superarlos.

Todos los niños quedaron maravillados por la historia de Martín, y la maestra les enseñó que, al igual que él, podían superar cualquier obstáculo si se esforzaban y no se daban por vencidos. Finalmente, la tortuga, que había escuchado la historia desde afuera, decidió entrar a la escuela para estar siempre junto a su amigo Martín.

Desde entonces, Martín y la tortuga siguieron su camino hacia la escuela juntos, enfrentando cada desafío con valentía, siempre recordando que no hay obstáculo que no pueda superarse con determinación y amistad.

FIN.

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