El viaje de Mateo hacia el conocimiento
era un hermoso día de primavera y Mateo, un niño curioso y soñador, caminaba por el parque pensando en cómo sería el mundo en el futuro.
De repente, se cruzó con una viejita muy amable que le regaló unos anteojos brillantes. "- Estos anteojos son mágicos, querido Mateo. Te ayudarán a ver cosas maravillosas que te enseñarán sobre el futuro", dijo la viejita con una sonrisa.
Mateo se puso los anteojos y de repente todo a su alrededor cambió. En lugar de ver árboles y bancos del parque, vio un campo lleno de reporteros trabajando. "- ¡Increíble! ¿Qué están haciendo todos esos reporteros?", preguntó Mateo sorprendido.
La viejita le explicó que en el futuro, la información sería clave para tomar decisiones importantes, y los reporteros jugarían un papel fundamental en mantener a la gente informada. Lleno de emoción por lo que acababa de presenciar, Mateo decidió explorar más con sus nuevos anteojos mágicos.
Caminó hacia el campo y vio cómo los reporteros trabajaban en equipo para investigar historias interesantes y contarlas al mundo. Pero su aventura no terminaría allí.
Al seguir explorando con sus anteojos especiales, llegó a otro lugar: un parque donde varios niños jugaban felices. "- ¡Qué divertido se ve todo! ¿Por qué están tan contentos?", preguntó Mateo a la viejita.
Ella le explicó que en ese futuro imaginado por los anteojos mágicos, las personas habían aprendido la importancia de jugar y disfrutar del tiempo libre. Los niños eran felices porque tenían espacios seguros para divertirse y amigos con quienes compartir momentos inolvidables. Motivado por lo que había visto, Mateo decidió llevar esa visión positiva del futuro a su presente.
Comenzó a valorar más la información y a compartir momentos de juego con sus amigos en el parque. Se dio cuenta de que cada pequeña acción podía contribuir a construir un mundo mejor para todos.
Los días pasaron y Mateo siguió usando sus anteojos mágicos para descubrir más lecciones sobre el futuro. Aprendió sobre la importancia del cuidado del medio ambiente, la solidaridad entre las personas y la creatividad como motor de cambio.
Y así, gracias a la ayuda de la viejita generosa y sus increíbles anteojos mágicos, Mateo se convirtió en un niño consciente, comprometido e inspirador; listo para enfrentarse al mañana con esperanza y determinación.
FIN.