El viaje de Mateo y Eco hacia un mundo mejor


Había una vez un niño llamado Mateo que vivía en la hermosa ciudad de Buenos Aires. A Mateo le encantaba jugar en las calles y explorar su vecindario, pero tenía un mal hábito: siempre tiraba basura en la calle.

Un día, mientras caminaba por el parque, Mateo se encontró con una pequeña criatura llamada Eco, que era el guardián del medio ambiente. Eco tenía una piel verde brillante y unos ojos relucientes como estrellas.

Al ver a Mateo tirando basura al suelo, se puso muy triste. "¡Hola Mateo! Veo que te gusta jugar aquí, pero ¿sabes lo mal que es para nuestro planeta tirar basura en la calle?", dijo Eco con voz preocupada.

Mateo se quedó sorprendido al ver a Eco y escuchar sus palabras. Nunca antes había pensado en cómo su comportamiento afectaba al medio ambiente. "Lo siento mucho", dijo avergonzado Mateo.

"Nunca me di cuenta de lo importante que es cuidar nuestro planeta". Eco sonrió amablemente y decidió darle una oportunidad a Mateo para cambiar su actitud hacia el medio ambiente.

Le explicó cómo cada pedacito de basura contaminaba los ríos, los bosques y ponía en peligro la vida de muchos animales. Desde ese día, Mateo hizo un compromiso consigo mismo para no volver a tirar basura en la calle. Pero eso no fue todo; comenzó a reagarrar cualquier desperdicio que encontrara mientras jugaba afuera.

Un día, mientras ayudaba a limpiar el parque junto a sus amigos del vecindario, encontraron algo muy especial: un mapa antiguo que mostraba una isla mágica llamada —"EcoLandia" .

Según la leyenda, en EcoLandia se encontraba el árbol de los deseos, capaz de hacer realidad cualquier deseo relacionado con el medio ambiente. Mateo y sus amigos decidieron embarcarse en una emocionante aventura para encontrar EcoLandia y pedir un deseo que ayudara a salvar al planeta.

Recorrieron montañas, cruzaron ríos y atravesaron densos bosques hasta llegar a su destino. Al llegar a EcoLandia, fueron recibidos por un grupo de criaturas mágicas que vivían allí. Les explicaron que solo aquellos que realmente cuidaban del medio ambiente podían hacer uso del árbol de los deseos.

Mateo contó su historia y cómo había cambiado su comportamiento para proteger al planeta. Los seres mágicos quedaron impresionados por la valentía y determinación de Mateo y sus amigos. Finalmente, les permitieron acercarse al árbol de los deseos.

Mateo cerró los ojos con fuerza e hizo su pedido:"Quiero que todos los niños del mundo entiendan lo importante que es cuidar nuestro planeta y se comprometan a mantenerlo limpio". De repente, una luz brillante envolvió a Mateo y sus amigos.

Cuando abrieron los ojos, estaban nuevamente en el parque donde habían encontrado el mapa antiguo. Desde ese día, Mateo se convirtió en un defensor del medio ambiente.

Compartió su historia con otros niños e inspiró a todos a tomar acción para proteger al planeta. Y así fue como la actitud positiva y el compromiso de Mateo lograron cambiar la forma en que los niños veían la importancia de cuidar del medio ambiente.

Juntos, hicieron del mundo un lugar más limpio y saludable para vivir.

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