El viaje de Mateo y la tortuga
Había una vez un niño llamado Mateo que tenía miedo de ir a dormir porque siempre veía cosas extrañas en la noche.
Se imaginaba que grandes ejércitos de elefantes y tropas gigantes lo atacaban, gritando muy fuerte y caminando por su cama como si fuera un campo de batalla. Pero una noche, algo diferente sucedió. En lugar de ver las mismas cosas aterradoras, una tortuga apareció en sus sueños y le preguntó: "¿Por qué tienes miedo?".
Mateo se sorprendió al ver a la tortuga hablando y respondió: "Tengo miedo porque siempre veo cosas raras cuando me voy a dormir".
La tortuga sonrió amablemente y le explicó que los sueños son solo imágenes en nuestra mente y que no pueden hacernos daño. Luego, invitó a Mateo a subirse sobre su caparazón para llevarlo a un viaje emocionante. "¿A dónde vamos?", preguntó Mateo emocionado. "¡A Miami!", exclamó la tortuga con entusiasmo.
Y así comenzó el viaje de Mateo hacia Miami. La tortuga lo llevó por montañas altísimas, donde pudieron ver paisajes increíbles con lagos cristalinos y bosques frondosos llenos de animales felices.
—"Mira" , dijo la tortuga señalando hacia abajo, "hay una familia de osos jugando juntos". Y justo al lado había un grupo de monos saltando entre los árboles mientras cantaban canciones divertidas. Mateo estaba asombrado por todo lo que veía y se sentía muy feliz por haber dejado atrás sus miedos.
"Gracias, tortuga", dijo con una sonrisa en su rostro. De repente, la tortuga se detuvo frente a un gran edificio y le dijo a Mateo: "Aquí estamos, ¡en Miami!".
Juntos, entraron al edificio y encontraron una habitación llena de colores brillantes y juguetes divertidos. "Esto es para ti, Mateo", dijo la tortuga. "Es un regalo por haber superado tus miedos". Mateo estaba muy emocionado y feliz de tener nuevos juguetes para jugar.
Pero lo que más valoró fue el conocimiento que adquirió sobre los sueños y cómo pueden ser hermosos e inspiradores si no les tememos.
Desde esa noche en adelante, Mateo ya no tuvo miedo de ir a dormir porque sabía que podía soñar con cosas maravillosas como su viaje a Miami con su amiga tortuga. Y así aprendió que los sueños pueden ser nuestros amigos si los tratamos con amor y respeto.
FIN.