El viaje de Matheo y la llegada de Alma


Había una vez un niño llamado Matheo, que vivía en Argentina junto a sus tíos Ani y Pilu. Juntos, compartían aventuras y risas todos los días. Pero un día triste, Ani y Pilu decidieron mudarse a España. Matheo se sintió muy triste al despedirse de ellos, pero los prometió que los visitaría muy pronto.

Pasaron los años y Matheo creció. Un día, recibió una emocionante noticia: sus tíos Ani y Pilu iban a ser papás. Estaban esperando a una hermosa niña llamada Alma. Matheo estaba tan emocionado que no podía esperar para ver a su nueva primita. Por suerte, sus padres le dijeron que pronto irían de viaje a España para visitar a la nueva integrante de la familia.

El día del viaje finalmente llegó. Matheo no podía contener su emoción mientras volaban hacia España. Al llegar, sus tíos Ani y Pilu lo recibieron con abrazos y besos. Matheo se sentía tan feliz de estar nuevamente con ellos. Lo primero que quería hacer era conocer a Alma, su nueva primita.

'¿Dónde está Alma?', preguntó Matheo emocionado.

-'Está en su habitación, durmiendo. Ven, vamos a conocerla', respondió Ani con una sonrisa.

Matheo entró a la habitación con mucho cuidado para no despertar a la pequeña Alma. La vio dormir tranquilamente, parecía un angelito. Se emocionó tanto que sintió unas lágrimas de felicidad en sus ojos. Ani y Pilu lo abrazaron, emocionados de ver a Matheo tan feliz.

Durante los días que siguieron, Matheo ayudó a cuidar a Alma y juntos pasaron momentos maravillosos. Pasearon por hermosos lugares, jugaron en el parque y Matheo contó muchas historias a su nueva primita. Se convirtieron en amigos inseparables. Matheo también aprendió muchas cosas sobre cuidar a un bebé, como darle el biberón, cambiarle el pañal y hacerla reír.

Llegó el momento de despedirse, pero Matheo sabía que volvería a ver a Alma y a sus queridos tíos muy pronto. El regreso a Argentina fue agridulce, pero Matheo guardó en su corazón los recuerdos de esos días maravillosos en España.

Desde entonces, Matheo y Alma mantenían contacto por videollamadas y Ani y Pilu le contaban sobre las nuevas aventuras de la pequeña.

Alma y Matheo seguían siendo los mejores amigos, a pesar de la distancia. Matheo aprendió que el amor familiar puede traspasar cualquier frontera, y que la llegada de Alma a sus vidas había fortalecido aún más ese amor. Y así, la familia creció unida, llena de amor y con la promesa de muchas más aventuras juntos.

Fin.

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