El viaje de Matías al mundo mágico

Matías era un niño con autismo que veía el mundo de una manera diferente. Para él, cada día era una aventura llena de colores y formas que nadie más podía ver.

Un día, mientras jugaba en el jardín, un portal mágico se abrió frente a él. Sin dudarlo, entró en él y se encontró en un mundo fascinante lleno de criaturas mágicas y paisajes increíbles.

Al principio, se sintió abrumado por la intensidad de los colores y los sonidos, pero pronto descubrió que en ese mundo su autismo no era una limitación, sino una ventaja. Su percepción única le permitía comunicarse con los seres mágicos y entender el lenguaje de las plantas y los animales.

Con el tiempo, se convirtió en un héroe en ese mundo mágico, resolviendo problemas con su ingenio y su capacidad para ver lo que otros no podían.

Matías se dio cuenta de que su autismo era una parte especial de quién era, y que le permitía ver la magia en todas partes.