El Viaje de Max y la Estrella Brillante



Era un día soleado y Max estaba jugando en el parque con su hermano menor, Lucas. Los dos eran inseparables, siempre riendo y corriendo por todas partes. Pero un día, mientras jugaban a las escondidas, Lucas desapareció.

Max buscó por todos lados, preocupado.

"¡Lucas! ¿Dónde estás?" gritó Max, pero no obtuvo respuesta.

Max corrió hacia su mamá, que estaba sentada en una banca con una sonrisa.

"Mamá, ¿dónde está Lucas? No lo encuentro."

La mamá de Max lo miró con ternura.

"No te preocupes, Max. A veces, los pequeños se esconden muy bien. Vamos a buscarlo juntos."

Los dos empezaron a recorrer el parque. Miraron detrás de los árboles, bajo el tobogán y cerca del estanque.

"Tal vez Lucas esté en su lugar favorito, el árbol grande", sugirió Max.

"¡Vamos!" dijo su mamá mientras corrían hacia el árbol.

Al llegar, no había señales de Lucas. Pero Max prometió no rendirse.

"Mamá, creo que Lucas es como una estrella brillante, a veces se esconde pero siempre está cerca."

A su mamá se le iluminó el rostro.

"¡Eso es, Max! Las estrellas brillan aunque no siempre las vemos. Puede que Lucas esté solo un poco más lejos."

Empezaron a pasear por el parque, mirando al cielo. De repente, una mariposa amarilla voló cerca de Max. Él la siguió, pensando que quizás lo llevaría a Lucas.

"¡Mirá, Mamá! La mariposa podría ser guía. ¡Vamos tras ella!"

Siguieron a la mariposa cuando esta se detuvo cerca de un arbusto. Al acercarse, oyeron risas.

"¿Escuchas eso, mamá? Suenan como risas de niños!"

Emocionados, se acercaron más al arbusto y, para su sorpresa, allí estaba Lucas, cubierto de hojas, riéndose a carcajadas.

"¡Max! ¡Mamá! ¡Estaba jugando a escondidas!" exclamó Lucas.

Max lo abrazó fuerte.

"No vuelvas a esconderte tanto, ¡me asustaste!" dijo Max con un puchero.

"¡Lo siento! pensé que nunca me encontrarían", añadió Lucas, riendo.

La mamá sonrió y les dijo:

"A veces, cuando sentimos que hemos perdido a alguien, solo están un poco más lejos. Siempre hay una manera de encontrarlos, incluso en los momentos más oscuros."

Max sonrió al entender que Lucas, al igual que una estrella, siempre estaría cerca incluso cuando parecía que se había perdido. Todos juntos, empezaron a caminar de vuelta, felices de disfrutar el día en familia, recordando que siempre podrían superar cualquier obstáculo si se unían.

Y así, Max, Lucas y su mamá jugaron el resto del día, llenando el parque de risas y amor, sabiendo que siempre estarían juntos aunque a veces se escondieran un poco.

FIN.

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