El viaje de Niño Plástico Escalante al Basural de Luis Martina
En un pequeño pueblo llamado Villa Verde, vivía un niño llamado Plástico Escalante. Su apodo lo había ganado debido a su amor por la naturaleza y su creatividad para reutilizar objetos reciclables. En esa misma Villa Verde, a las afueras, se encontraba el basural de Luis Martina, un lugar donde la basura se acumulaba sin control.
Un día, mientras recorría sus senderos favoritos, Niño Plástico se topó con una hermosa mariposa atrapada entre bolsas de plástico y latas oxidadas. Conmovido, decidió emprender un viaje hacia el basural de Luis Martina, decidido a encontrar una forma de ayudar a los animales y a la naturaleza que sufrían por culpa de la basura.
Al llegar al basural, Niño Plástico se encontró con Luis Martina, un hombre amable pero desbordado por la cantidad de basura. -Hola, señor Martina. Soy Niño Plástico Escalante y he venido para ayudar a limpiar este basural y proteger la naturaleza, dijo con determinación. Luis Martina, sorprendido por la valentía y la voluntad del niño, decidió unirse a él en su misión. Juntos, comenzaron a clasificar la basura, separando plásticos, vidrios, papeles y metales.
Poco a poco, otros habitantes de Villa Verde se unieron a la causa, inspirados por la determinación de Niño Plástico. Con el trabajo en equipo y la dedicación de todos, lograron limpiar el basural y transformarlo en un hermoso parque con árboles, flores y animales felices. Niño Plástico había demostrado que, con amor y cuidado, cualquier lugar podía volver a ser un hogar para la naturaleza.
Desde entonces, Niño Plástico Escalante se convirtió en un héroe para su pueblo, y su historia inspiró a muchos a cuidar el medio ambiente y a encontrar soluciones creativas para proteger la naturaleza.
FIN.