El viaje de Nora y Pelota



En un bosque encantado vivía Nora, una osita curiosa y juguetona que adoraba pasar sus días explorando y descubriendo nuevas aventuras.

Un día, mientras caminaba por el bosque, se encontró con Pelota, una pelotita de colores muy alegre que saltaba de un lado a otro. - ¡Hola Nora! ¿Quieres jugar conmigo? - dijo Pelota emocionada. Nora sonrió y asintió con la cabeza. Jugaron juntas durante horas, rodando por las colinas verdes y riendo sin parar.

De repente, escucharon unos sollozos provenientes de un arbusto cercano. Se acercaron con cuidado y descubrieron a Niño, un niñito perdido que lloraba desconsolado. - ¿Qué te pasa? - preguntó Nora con ternura.

Niño levantó la mirada y les contó que se había separado de su familia mientras jugaban en el bosque. Estaba asustado y no sabía cómo regresar a casa. - No te preocupes, te ayudaremos a encontrar el camino de vuelta - afirmó Pelota con determinación.

Los tres amigos se pusieron en marcha, siguiendo las huellas dejadas por la familia de Niño. En el camino, se toparon con Estreya, una estrella brillante que iluminaba el cielo nocturno.

- He escuchado sus problemas y estoy aquí para guiarlos en su camino - dijo Estreya con voz suave y reconfortante. Con la ayuda de Estreya como brújula celestial, lograron llegar sanos y salvos al hogar de Niño.

Su familia estaba tan feliz de volverlo a ver que organizaron una fiesta para celebrar su regreso seguro. Todos los amigos fueron invitados y disfrutaron juntos de una noche llena de risas, juegos y mucha alegría.

Desde ese día en adelante, Nora, Pelota, Niño y Estreya se convirtieron en inseparables compañeros de aventuras. Aprendieron que trabajando juntos podían superar cualquier obstáculo y que la verdadera amistad es un tesoro invaluable que ilumina incluso las noches más oscuras del bosque encantado.

Y así continuaron explorando nuevos horizontes llenos de magia e imaginación para siempre jamás.

FIN.

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