El viaje de Osito al bosque de las vocales de colores

Osito era pequeñito y muy curioso. Un día decidió emprender un viaje para descubrir de dónde venían las vocales. Con su mochilita roja al hombro, se adentró en el bosque en busca de respuestas.

En su travesía, Osito se encontró con la letra A, quien le contó que ella representaba la alegría y el amor en el mundo, y le enseñó que su color era el rojo.

Luego, se topó con la letra E, quien se presentó como la energía que impulsa los sueños, y le mostró que su color era el amarillo.

Siguiendo su camino, conoció a la letra I, quien le reveló que ella simbolizaba la imaginación y la inteligencia, y le enseñó que su color era el azul. Continuando su aventura, se encontró con la letra O, quien le explicó que ella representaba la originalidad y la oportunidad, y le mostró que su color era el naranja.

Por último, se cruzó con la letra U, quien le reveló que ella irradiaba unicidad y unidad, y le enseñó que su color era el verde.

Con todas estas enseñanzas, Osito comprendió que las vocales eran la base de las palabras y que cada una era única e importante en su propio modo. Regresó a casa con su mochilita repleta de conocimiento y un corazón rebosante de color y alegría.