El viaje de Pato


Había una vez un pequeño patito llamado Pato que vivía en un hermoso estanque rodeado de árboles y flores. Un día, mientras exploraba el estanque, Pato se distrajo con una mariposa y perdió su camino de regreso a casa.

Pato estaba muy asustado y no sabía qué hacer. Empezó a nadar en círculos tratando de encontrar su camino, pero todo lo que veía eran plantas acuáticas y nenúfares.

Justo cuando pensaba que nunca volvería a ver a su familia, vio un ganso majestuoso nadando cerca. "¡Hola! ¿Podrías ayudarme? Me he perdido", dijo Pato al ganso. El ganso sonrió amablemente y respondió: "Por supuesto pequeño amigo, te ayudaré a encontrar el camino de regreso a casa".

El ganso explicó que conocía bien la zona del estanque y ofreció llevar a Pato en su espalda para buscar el camino correcto. Juntos empezaron la búsqueda guiados por las indicaciones del ganso.

Pero pronto se encontraron con un gran problema: había un enorme tronco bloqueando el paso hacia donde debían ir para llegar al hogar de Pato. Justamente en ese momento apareció Castor, quien había construido una presa cercana.

Al verlos tan preocupados preguntó: "¿Qué les pasa amigos?" "Estamos intentando encontrar el camino hacia mi hogar pero este tronco nos impide avanzar", respondió Pato desanimado. "Yo puedo ayudarte con eso", dijo Castor confiado mientras tomaba sus herramientas para cortar el tronco.

Con la ayuda de Castor, lograron mover el tronco y abrir camino hacia la casa de Pato. Finalmente llegaron al hogar del pequeño patito, donde su familia lo recibió con gran alegría.

Pato agradeció a sus amigos por ayudarlo en su viaje de regreso y prometió ser más cuidadoso la próxima vez que explorara el estanque.

Y así, Pato aprendió una valiosa lección sobre la importancia de pedir ayuda cuando se necesita y de trabajar juntos para superar los obstáculos en el camino.

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