El viaje de Pelota y Nora en Villa Alegre



En el bosque encantado de Villa Alegre vivía Nora, una osa muy curiosa y amigable que siempre estaba lista para ayudar a quienes lo necesitaran.

Un día, mientras paseaba por el bosque, se encontró con Pelota, un simpático oso de peluche que parecía perdido. - ¡Hola Pelota! ¿Estás bien? -preguntó Nora con ternura. - ¡Hola Nora! Estoy un poco perdido. No sé cómo regresar a la casa del niño al que pertenezco -respondió Pelota con tristeza.

Nora, sin dudarlo ni un segundo, decidió ayudar a Pelota a encontrar su camino de regreso. Juntos emprendieron un emocionante viaje por el bosque en busca de pistas que los llevaran hasta la casa del niño.

Mientras caminaban, escucharon risas y murmullos provenientes de detrás de unos arbustos. Al acercarse, descubrieron al Niño jugando con Estreya, una estrella fugaz traviesa que había decidido bajar a la Tierra para divertirse un rato.

- ¡Hola amigos! ¿En qué puedo ayudarles? -dijo el Niño con alegría al ver a Nora y Pelota. - Hola Niño. Estamos buscando la casa del dueño de Pelota. ¿Nos podrías ayudar? -preguntó Nora con esperanza en sus ojos.

El Niño asintió emocionado y les indicó el camino correcto para llegar a su hogar. Juntos continuaron la travesía, enfrentando desafíos y superando obstáculos con valentía y trabajo en equipo. De repente, una densa niebla cubrió el camino impidiéndoles avanzar.

Pero gracias a la astucia de Estreya, quien brillaba intensamente en medio de la oscuridad, lograron abrirse paso hasta encontrar finalmente la casa del Niño.

Al llegar allí, Pelota se reencontró con su dueño quien lo abrazó emocionado y agradecido por haberlo encontrado sano y salvo gracias a la ayuda de sus nuevos amigos del bosque. - ¡Gracias Nora, Pelota, Estreya y Niño! Nunca olvidaré lo que han hecho por mí -dijo el Niño con gratitud en su corazón mientras abrazaba a cada uno de ellos.

Y así, entre risas y abrazos sinceros, aquel día quedó marcado como una aventura inolvidable llena de solidaridad y amistad en el hermoso bosque encantado de Villa Alegre donde cada ser viviente era parte importante de un gran equipo dispuesto a ayudarse mutuamente sin importar las diferencias.

FIN.

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