El viaje de Pelusa hacia el arco iris



En un mundo mágico y colorido, vivía un conejo muy especial llamado Pelusa. A diferencia de los demás conejos, Pelusa soñaba con alcanzar el arco iris que brillaba en lo alto del cielo.

Todos sus amigos animales le decían que era imposible, que nadie podía llegar tan alto. Pero Pelusa no se daba por vencido. Un día, mientras jugaba en el prado, vio una mariposa brillante revoloteando cerca del arco iris.

Sin pensarlo dos veces, decidió seguir a la mariposa y comenzó a escalar por las montañas más altas y a cruzar ríos turbulentos. Con cada paso que daba, el arco iris parecía estar más cerca.

Finalmente, luego de muchas aventuras y desafíos superados, Pelusa llegó a la base del arco iris. Estaba tan emocionado que no podía contener su alegría. Comenzó a trepar por los colores brillantes con cuidado y determinación.

Cada escalón era una nueva sorpresa: nubes suaves como algodón de azúcar, estrellas titilantes y melodías encantadoras. Al llegar a la cima del arco iris, Pelusa se encontró con una hada luminosa que le dijo: "Has demostrado valentía y perseverancia al llegar hasta aquí, pequeño conejo.

Como recompensa, te concederé un deseo". Pelusa pensó por un momento y luego dijo: "Quiero llevar la magia del arco iris a mi hogar para compartir con todos mis amigos". El hada sonrió y agitó su varita mágica.

En ese instante, el cielo se iluminó con destellos de colores radiantes que descendieron lentamente hacia el prado donde vivían Pelusa y sus amigos animales.

Todos quedaron maravillados al ver cómo el arco iris se reflejaba en cada rincón, llenando sus corazones de alegría y esperanza. Desde ese día en adelante, Pelusa siguió siendo un conejo especial en el mundo de fantasía, recordándoles a todos que con determinación y bondad se pueden alcanzar los sueños más increíbles.

Y cada vez que veían un arco iris en el cielo, sabían que la magia estaba presente gracias al coraje de un pequeño conejo llamado Pelusa.

FIN.

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