El viaje de Pepita y Josefina
Había una vez una gallina llamada Pepita que vivía en una granja junto a su amiga Josefina, una niña muy curiosa y aventurera. Pepita era la mascota de Josefina y juntas compartían muchas travesuras.
Un día, mientras exploraban el granero, descubrieron un camión abandonado. Sin pensarlo dos veces, subieron al camión y se encontraron con dos bailarines que estaban ensayando sus movimientos.
Los bailarines se sorprendieron al ver a la gallina y a la niña, pero rápidamente se hicieron amigos. Decidieron emprender un viaje juntos en el camión hacia tierras desconocidas. En el camino, conocieron a un espantapájaros pequeño llamado Panchito, quien tenía miedo de los pájaros reales.
Pepita y Josefina le dieron ánimos para enfrentar sus temores y pronto Panchito superó su miedo. Siguiendo su viaje por carreteras polvorientas, notaron algo extraño en el cielo: ¡un dragón volador! Pero lo más sorprendente fue ver que arriba del dragón había un monstruo bebé llamado Monchito.
Aunque parecía feroz, en realidad era muy tierno y simpático. Los cinco nuevos amigos continuaron su viaje mientras compartían historias divertidas e imaginaban nuevas aventuras.
Durante las paradas para descansar o comer algo, siempre preparaban sopa caliente con verduras frescas que encontraban en los pueblos que visitaban.
En cada lugar al que llegaban, Pepita aprendía cosas nuevas sobre distintas culturas gracias a las conversaciones con los bailarines, Josefina descubría el valor de la amistad y la importancia de ayudar a los demás, Panchito se volvía más valiente al enfrentar sus miedos, Monchito aprendía a controlar su fuerza para no asustar a los demás.
Finalmente, después de un largo viaje lleno de risas y aventuras, llegaron a un hermoso prado donde decidieron quedarse. Allí construyeron una pequeña casa con materiales reciclados y vivieron felices todos juntos. Pepita siguió poniendo huevos deliciosos que compartían en su sopa diaria. Los bailarines montaban espectáculos para entretenerse y alegrar las tardes.
Panchito cuidaba el prado espantando a los pájaros reales con su nuevo valentía. Monchito protegía el lugar con su gran corazón y amabilidad.
Josefina creció rodeada de amor y amistad, recordando siempre aquel maravilloso viaje en camión que le enseñó lo importante que es compartir momentos especiales junto a seres queridos. Y así, Pepita, Josefina, los bailarines, Panchito y Monchito vivieron felices para siempre en aquel prado lleno de magia y sopa caliente. Fin
FIN.