El viaje de Pincelito

Había una vez en un bosque encantado, un colibrí llamado Pincelito. Pincelito era diferente a los demás colibríes, ya que no tenía los colores brillantes y hermosos que solían tener sus compañeros.

Él se sentía triste al ver cómo todos lucían tan coloridos mientras él era simplemente gris. Un día, cansado de sentirse diferente, decidió emprender un viaje en busca de sus propios colores.

Sabía que en algún lugar del bosque debía haber una forma de encontrar la belleza que tanto anhelaba. En su camino, Pincelito se encontró con diferentes animales del bosque que lo ayudaron y le dieron consejos para encontrar sus colores.

El zorro le dijo: "Ve hacia el lago cristalino y encontrarás lo que buscas". La mariposa le dijo: "Sigue volando alto y nunca pierdas la esperanza". Y el búho sabio le dijo: "La verdadera belleza está en tu interior".

Pincelito siguió cada uno de los consejos y finalmente llegó al lago cristalino. Al verse reflejado en sus aguas, notó algo especial: su corazón brillaba con luz propia.

Entendió entonces las palabras del búho sabio y sintió una alegría inmensa al comprender que la verdadera belleza estaba dentro de él todo este tiempo. "-¡Lo encontré! ¡Mis colores están en mi corazón!", exclamó Pincelito emocionado. Desde ese día, el pequeño colibrí aprendió a valorarse tal como era, comprendiendo que su verdadera belleza radicaba en su bondad, amor y valentía.

A partir de entonces, Pincelito siguió volando por el bosque con orgullo, mostrando a todos que la verdadera belleza no siempre está a simple vista.

Y así, el colibrí Pincelito se convirtió en ejemplo para todos los habitantes del bosque, recordándoles que la belleza exterior es fugaz pero la belleza del alma perdura para siempre.