El viaje de regreso


Había una vez una niña llamada Sofía, de cinco años, que vivía en una pequeña casa en medio del bosque.

A Sofía le encantaba explorar y jugar al aire libre, pero un día algo inesperado sucedió: se perdió en el bosque. Sofía caminó y caminó tratando de encontrar su camino de regreso a casa, pero cuanto más avanzaba, más confundida se sentía. Estaba asustada y empezó a llorar.

Justo cuando pensaba que no había esperanza, escuchó un ruido extraño detrás de unos arbustos. Se acercó con cautela y descubrió a un pequeño mapache jugando con unas hojas. "¡Hola!", dijo el mapache sorprendido por la presencia de Sofía. —"Hola" , respondió Sofía entre sollozos.

"Estoy perdida ¿Puedes ayudarme?"El mapache sonrió amablemente y le dijo: "Claro que sí. Soy Rocco, el mapache aventurero. Conozco este bosque como la palma de mi mano".

Rocco decidió acompañar a Sofía en su búsqueda para encontrar el camino de regreso a casa. Juntos recorrieron senderos estrechos, saltaron sobre rocas y atravesaron arroyos cristalinos. Mientras caminaban, Rocco enseñaba a Sofía sobre los diferentes tipos de plantas y animales que habitaban el bosque.

Le mostraba cómo distinguir las huellas de los animales e incluso le enseñaba algunas canciones divertidas sobre la naturaleza. Después de mucho tiempo explorando juntos, llegaron a un claro donde encontraron algo muy especial: una familia de ciervos.

Los ciervos estaban asustados al principio, pero Sofía les habló con voz suave y calmada. "Hola, amigos ciervos", dijo Sofía. "Estoy perdida en el bosque y necesito encontrar mi camino a casa.

¿Pueden ayudarme?"Los ciervos se miraron entre sí y luego el más grande de ellos se acercó a Sofía. Con un gesto amistoso, señaló hacia un sendero cercano y parecía decir: "Sigue ese camino".

Sofía le dio las gracias a los ciervos y junto a Rocco, continuaron su aventura siguiendo el sendero indicado por los animales. Finalmente, después de mucho caminar, pudieron ver la pequeña casa de Sofía entre los árboles. ¡Habían encontrado el camino de regreso!"¡Gracias Rocco!", exclamó Sofía emocionada mientras abrazaba al mapache aventurero.

"Sin tu ayuda no hubiera podido encontrar mi hogar". Rocco sonrió felizmente y le respondió: "Fue un placer ayudarte, Sofía. Recuerda siempre que la naturaleza es nuestra amiga y nos guiará si sabemos escucharla".

Desde aquel día, Sofía aprendió a ser cuidadosa cuando exploraba el bosque y nunca volvió a perderse. Siempre recordaba la valiosa lección que Rocco le había enseñado sobre la importancia de conocer y respetar la naturaleza.

Y así fue como una niña perdida encontró su camino gracias a un mapache aventurero y unos amigables ciervos en medio del bosque encantado.

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