El Viaje de Relatividad
En un remoto rincón del universo, el pequeño astronauta llamado Relatividad soñaba con explorar más allá de las estrellas. Su hogar, el planeta Tiemporia, era un lugar colorido y lleno de vida, pero Relatividad sentía que había algo más grande esperándolo. Un día, encontró un viejo libro de aventuras que hablaba de un agujero negro misterioso que llevaba a otros tiempos y lugares. Relatividad decidió que debía encontrarlo.
"¡Tengo que ir a buscar el agujero negro!" - exclamó Relatividad emocionado, mientras preparaba su cápsula espacial.
"Pero, Relatividad, eso puede ser peligroso" - le advirtió su amigo, el robot Crono, que siempre estaba atento a su seguridad.
"¡No puedo quedarme aquí! Hay aventuras esperándome" - respondió Relatividad, decidido.
Así que, junto a Crono, emprendió su viaje hacia la misteriosa zona del espacio donde se decía que estaban los agujeros negros. Después de muchas aventuras y desafíos, finalmente llegó a la puerta de entrada de un agujero negro brillante que giraba como un baile.
"¡Mirá eso, Crono! ¡Es hermoso!" - dijo Relatividad, maravillado. Tímidamente, se acercó a la orilla del agujero negro.
"Recuerda, Relatividad, no te alejes demasiado. El tiempo se comporta de forma extraña cerca de esto" - le recordó Crono.
Sin embargo, la curiosidad fue más fuerte que el miedo. Relatividad y Crono se aventuraron dentro del agujero negro, y de repente, el universo a su alrededor se transformó. Las estrellas brillaban con más intensidad y los colores danzaban en el aire.
Aparecieron en un mundo donde los dinosaurios caminaban, los árboles eran gigantes y el cielo era un arcoíris. Relatividad gritó de alegría: "¡Mirá, Crono! ¡Estamos en el pasado!"
"¡Increíble! Pero debemos tener cuidado de no interrumpir nada de la historia" - dijo Crono, siempre tan preocupado.
Mientras exploraban, se dieron cuenta de que los dinosaurios tenían un problema: su hogar estaba en peligro debido a un volcán que estaba a punto de erupcionar. Relatividad miró a Crono y dijo: "Debemos ayudarles. Si no hacemos algo, nadie sabrá la historia de estos dinosaurios".
"Pero, Relatividad, eso podría cambiar el futuro" - respondió Crono.
"Quizás, pero no podemos quedarnos de brazos cruzados" - insistió Relatividad. Así que idearon un plan para ayudar a los dinosaurios. Con la ayuda de su ingenio, lograron activar un antiguo sistema de drenaje que evitó que la lava destruyera su hogar. Los dinosaurios los agradecieron enormemente.
Después de haber ayudado, Relatividad sintió que era tiempo de volver. Pero al regresar a su cápsula, se dieron cuenta de que el agujero negro había comenzado a colapsar.
"¡Rápido, Relatividad! Debemos volver antes de que se cierre" - gritó Crono. Pero el camino se estaba haciendo más difícil y el tiempo comenzaba a moverse en círculos.
"No voy a dejar que nos atrape aquí. ¡Debo hacer algo!" - exclamó Relatividad, comprendiendo lo importante que era para todos los mundos de existir y permanecer juntos. Entonces, decidió usar toda la energía de su cápsula para crear una explosión controlada que abriese una puerta de salida hacia su propio tiempo.
"¡Relatividad! ¡No!" - gritó Crono, temiendo lo que su amigo estaba a punto de hacer.
"Este es mi sacrificio, Crono. Debo asegurarme de que todos tengan un futuro. No puedo dejar que el agujero se cierre con nosotros adentro" - contestó.
Con gran valentía, Relatividad activó el sistema de la cápsula y una luz brillante estalló frente a ellos mientras el agujero negro colapsaba.
El viaje fue caótico, pero al final, Crono despertó solo, en el planeta Tiemporia. Miró al cielo y vio una estrella nueva brillar.
"Relatividad siempre será una estrella para todos nosotros" - dijo con lágrimas en los ojos, pero sintiéndose orgulloso de su amigo valiente.
Y así, Relatividad se convirtió en una leyenda en Tiemporia, recordándoles a todos la importancia del sacrificio y el amor por los demás. La historia de su aventura llegaría de generación en generación, inspirando a otros a ser valientes y a cuida el futuro, incluso si eso significaba viajar a través del tiempo mismo.
FIN.