El viaje de Rocky


Había una vez un pequeño cohete llamado Rocky. Vivía en un planeta muy lejano con su familia y amigos, pero siempre soñaba con explorar el espacio.

Pasaba horas mirando las estrellas y preguntándose qué había más allá de su hogar. Un día, Rocky decidió que era hora de hacer realidad su sueño y salir al espacio. Pero había un problema: no tenía suficiente combustible para llegar muy lejos.

Entonces decidió ir a la tienda espacial local para comprar más combustible. Cuando llegó a la tienda, se encontró con algunos amigos del espacio que estaban comprando suministros para sus propias aventuras. Uno de ellos era una nave espacial llamada Stella. - Hola Rocky -dijo Stella-.

¿Qué haces aquí? - Estoy tratando de encontrar combustible para mi viaje al espacio -respondió Rocky-. Pero no tengo suficiente dinero. Stella pensó por un momento y luego dijo:- Tengo una idea.

¿Por qué no nos unimos? Podemos compartir los costos y explorar juntos. Rocky estaba emocionado ante la idea de tener compañía en su aventura, así que aceptó sin dudarlo. Juntos, Rocky y Stella comenzaron a explorar el espacio exterior.

Vieron planetas extraños, nebulosas brillantes e incluso se encontraron con algunas criaturas alienígenas amistosas. Pero entonces algo inesperado sucedió: mientras volaban cerca de un agujero negro gigante, perdieron el control y fueron arrastrados hacia adentro. Parecía que todo estaba perdido...

hasta que apareció otra nave espacial llamada Max. Max les explicó que él también había sido atrapado por el agujero negro, pero había descubierto un camino para escapar.

Juntos, los tres amigos trabajaron juntos para encontrar una forma de salir del agujero negro y regresar a casa. Finalmente, después de muchas horas de trabajo duro, lograron encontrar la salida y emergieron en el espacio abierto una vez más.

Rocky estaba emocionado al ver que su sueño se había hecho realidad y que había encontrado amigos increíbles en su aventura. Desde ese día en adelante, Rocky, Stella y Max exploraban el espacio juntos siempre que podían.

Y aunque encontraron muchos desafíos y obstáculos en su camino, nunca dejaron de soñar ni perdieron la esperanza de alcanzar sus metas.

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