El Viaje de Roiser



Había una vez en un bosque encantado, un pequeño conejito llamado Roiser. Roiser era un conejito muy sensible, que siempre se sentía abrumado por las emociones y los estímulos a su alrededor.

Un día, Roiser decidió emprender un viaje en busca de la manera de controlar su sensibilidad. "Estoy tan cansado de sentirme abrumado todo el tiempo", se quejó Roiser a su amigo el zorro.

"No te preocupes, Roiser, yo conozco a alguien que puede ayudarte", dijo el zorro con una sonrisa reconfortante. Así, Roiser se encomendó en su viaje, atravesando ríos y montañas, hasta llegar a la casa del sabio búho del bosque.

El sabio búho escuchó atentamente los problemas de Roiser y le enseñó una serie de técnicas para manejar su sensibilidad. Le enseñó a respirar profundamente cuando se sintiera abrumado, a rodearse de colores suaves y relajantes, y a buscar momentos de tranquilidad en la naturaleza.

Roiser practicó diligentemente todas estas técnicas, y poco a poco comenzó a sentirse más en control de sus emociones. Finalmente, Roiser se convirtió en un ejemplo para todos los animales del bosque, mostrándoles que la sensibilidad no era una debilidad, sino una hermosa cualidad que podía ser manejada sabiamente.

Desde entonces, Roiser vivió feliz y tranquilo, disfrutando de la belleza del bosque con equilibrio y armonía.

FIN.

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