El viaje de Saltarín por el arcoíris
Saltarín el canguro vivía en un claro del bosque, rodeado de árboles altos y coloridos. Siempre había soñado con ser diferente, con destacar entre los demás animales.
Un día, mientras saltaba de un lado a otro, se detuvo frente a un espejo de agua y observó su pelaje marrón y común. -¡Oh, cómo me gustaría ser de colores brillantes como el arcoíris! -suspiró Saltarín con tristeza.
El pajarito Gorjeo, que estaba posado en una rama cercana, escuchó sus palabras y decidió ayudarlo. "¿Por qué no vas a ver al sabio Búho Sabihondo? Él tiene respuestas para todo", sugirió Gorjeo con entusiasmo.
Sin dudarlo, Saltarín emprendió su camino hacia la copa más alta del árbol donde vivía el Búho Sabihondo. Al llegar, encontró al búho meditando profundamente. "Oh gran Búho Sabihondo, ¿podrías ayudarme a cumplir mi deseo de cambiar de color?" -preguntó Saltarín tímidamente.
El búho lo miró con sus ojos sabios y le dijo: "Para lograrlo, debes emprender un viaje por los siete colores del arcoíris. Cada día de la semana tendrás una prueba que superar". Saltarín aceptó el desafío emocionado y se preparó para comenzar su aventura al día siguiente.
El primer día se tiñó de rojo como una hermosa flor silvestre y aprendió sobre la pasión y el amor por la naturaleza. "¡Qué maravilla es sentirse rojo como las flores que embellecen nuestro hogar!", exclamaba Saltarín felizmente.
Los días siguientes fueron igualmente emocionantes. Se volvió naranja como el sol radiante y descubrió la alegría en compartir momentos con sus amigos animales.
Luego amarillo como el brillo dorado del tesoro escondido en cuevas antiguas; verde como los frondosos árboles que dan vida al bosque; azul como el cielo infinito que lo invitaba a soñar sin límites; añil como las profundidades del océano llenas de misterios; y finalmente violeta como las flores exóticas que solo crecen en lugares especiales.
Al completar su viaje por los siete colores del arcoíris, Saltarín regresó al claro del bosque transformado. Ya no era solo un canguro marrón común; ahora era un canguro multicolor lleno de experiencias y sabiduría.
"Gracias por enseñarme tanto sobre la belleza y diversidad del mundo", expresó Saltarin emocionado ante el Búho Sabihondo. Y así fue como Saltarin comprendió que la verdadera magia estaba en apreciar quién era él realmente desde adentro hacia afuera.
Y aunque seguía siendo un canguro especial entre todos los demás animales del bosque, ahora también irradiaba luz propia gracias a las lecciones aprendidas durante su increíble aventura trotando entre colores.
FIN.