El viaje de Sharis

Había una vez en la escuela Rubén Ralón Cabrera de Guatemala, una niña llamada Sharis. Ella era muy estudiosa y siempre ayudaba a sus amigos.

Un día, Sharis recibió la noticia de que se mudaría a Estados Unidos para reunirse con sus padres. Su amigo Chato lloraba mucho al saber que ya no la vería más. Sin embargo, Sharis prometió mantenerse en contacto con él y continuar siendo amigos a pesar de la distancia.

Antes de irse, Sharis le regaló a Chato un diario para que pudieran escribirse cartas. A medida que pasaba el tiempo, Sharis y Chato escribían cartas constantemente, compartiendo sus experiencias, sueños y esperanzas.

Con el tiempo, Chato se dio cuenta de que aunque extrañaba a Sharis, estaba contento de verla seguir adelante y lograr sus sueños. Sharis también se adaptó a su nueva vida en Estados Unidos, pero siempre recordaba a su amigo Chato.

Un día, la escuela de Sharis organizó un intercambio cultural y Chato fue seleccionado para representar a su escuela en Estados Unidos. Cuando se encontraron nuevamente, ambos amigos se abrazaron emocionados. Sharis le mostró a Chato su nueva vida y la escuela en la que estudiaba.

Chato estaba orgulloso de ver a su amiga tan feliz. Al final del intercambio, Sharis y Chato prometieron seguir siendo amigos y mantenerse en contacto, recordando que la verdadera amistad supera cualquier distancia.