El viaje de Solito
Había una vez, en el vasto universo, un sol llamado Solito. Solito era un sol muy especial, porque acababa de nacer y estaba listo para comenzar su viaje por el espacio.
Un día, Solito se encontró con la Luna, quien sería su compañera durante muchos años. Juntos, decidieron explorar todos los rincones del universo y descubrir nuevas maravillas. Pero Solito quería saber más sobre cómo había llegado a existir.
Así que decidió buscar al sabio Planeta Tierra para que le contara su historia. Al llegar al Planeta Tierra, Solito se encontró con sus hermanos: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. Todos ellos giraban alrededor de él formando parte de nuestro sistema solar.
"¡Hola hermanitos! ¿Me pueden contar cómo fue que me convertí en un sol?" -preguntó emocionado Solito. Mercurio fue el primero en responder:"Bueno Solito, cuando éramos muy jóvenes estábamos flotando en el espacio hasta que una gran explosión ocurrió.
Esa explosión creó muchas estrellas como tú". Venus agregó:"Después de esa explosión cósmica, pequeños pedazos de rocas y gas comenzaron a juntarse debido a la fuerza gravitacional. Poco a poco esos pedazos se fusionaron y formaron estrellas como tú".
Solito quedó asombrado por todas las cosas interesantes que aprendió sobre sí mismo.
Pero aún tenía una pregunta más:"Hermanitos planetas -dijo- ¿cómo es posible que ustedes giren alrededor mío?"Marte, el más aventurero de todos, respondió:"Bueno Solito, eso es porque tú eres mucho más grande y tienes una fuerza gravitacional que nos atrae hacia ti. Así es como podemos mantenernos en órbita". Solito estaba maravillado con todas las historias que había escuchado.
Agradecido con sus hermanitos planetas por su amistad y conocimiento, decidió hacerles un regalo especial. "Queridos hermanos -dijo Solito-, gracias por compartir conmigo la historia de mi creación. Como muestra de gratitud, quiero iluminar sus días con mi luz y calor para siempre".
Y así fue como Solito se convirtió en una estrella brillante y cálida que ilumina nuestro sistema solar. Desde entonces, los planetas siguen girando alrededor de él, disfrutando de su compañía y calor.
Desde aquel día, cada vez que los niños miran al cielo nocturno pueden ver a Solito brillando junto a la Luna y recordar la increíble historia del sol naciente. Y así termina esta historia llena de aprendizaje y amistad.
Recuerda siempre ser curioso como Solito y nunca dejar de explorar el universo lleno de maravillas que nos rodea.
FIN.