El viaje de Tina, la tortuguita valiente
Érase una vez, en una gran playa, vivía una tortuguita llamada Tina. A Tina le encantaba jugar con las olas y mirar los peces de colores, pero soñaba con conocer el mar profundo. Su mamá siempre le decía:
- “Cuando seas más grande, podrás explorar más allá de la orilla.”
Un día, mientras jugaba, Tina vio a un grupo de tortugas más grandes que jugaban en el agua más allá de las olas. Cuando se acercó, una de ellas la miró y le dijo:
- “¡Hola, pequeña! ¿Quieres venir a jugar con nosotros en el mar profundo? ”
El corazón de Tina latió con fuerza.
- “¡Sí! Pero mi mamá dice que aún no estoy lista.”
La tortuga mayor sonrió y le respondió:
- “No te preocupes, a veces solo hay que dar el primer paso. Te ayudaremos.”
Tina miró hacia la orilla y dudó un momento. Pero al ver cómo las tortugas mayores se divertían, decidió intentarlo.
- “Está bien, voy a hacerlo. ¡Voy! ” Su voz se escuchó un poco temblorosa.
Juntas, las tortugas nadaron, y Tina sintió el frescor del agua y la emoción de estar en medio del mar. Todo era diferente. Los colores de los peces eran aún más brillantes y había corales que se movían con la corriente.
Sin embargo, de pronto, una ola grande las empujó hacia un lugar desconocido.
- “¡Ayuda! ¡No sé nadar! ” gritó Tina.
Las tortugas mayores la rodearon rápidamente.
- “Calma, Tina. Solo sigue nuestras aletas y respira profundo.” le dijo una de ellas.
Con un poco de esfuerzo, Tina comenzó a seguir el ritmo de las más grandes.
Pasaron un rato explorando y disfrutando, pero fue entonces cuando vieron algo que dejó a todos en shock: un montón de plásticos flotando en el agua.
- “¿Qué es eso? ” preguntó Tina con gran curiosidad.
- “Es plástico, y contamina nuestro hogar. Debemos ayudar a limpiar aquí,” dijo una tortuga mayor.
Tina se sintió un poco triste al ver el mar así, pero luego se animó.
- “¡Podemos hacerlo! ¡Vamos a juntar! ” propuso.
Así, entre juegos y risas, las tortugas comenzaron a recolectar plásticos. Tina se dio cuenta de que cada pedazo que recogían era un paso para cuidar su hogar. Las olas las acompañaban y empezaron a ver cómo el mar lucía más limpio.
Después de una larga jornada, Tina miró hacia el horizonte.
- “Nunca había visto el mar así. Es hermoso y vale la pena protegerlo.”
Las tortugas mayores sonrieron admiradas.
- “Tina, eres valiente y has hecho un gran trabajo. Si algún día quieres volver a profundizar, estamos aquí para acompañarte.”
Al final del día, volvieron a la playa. Su mamá la estaba esperando.
- “Tina, ¿dónde estuviste? ” preguntó con preocupación.
- “¡Mamá! Fui al mar profundo y ayudamos a limpiar. ¡Fue una gran aventura! ”
Su mamá se sintió aliviada y orgullosa.
- “Me alegra que hayas aprendido lo importante que es cuidar nuestro hogar. Ahora sabes que puedes ser valiente y responsable al mismo tiempo.”
Desde ese día, Tina no solo soñaba con el mar profundo, sino que también se convirtió en una guardiana del océano, compartiendo su historia con otras tortugas y humanos, creando conciencia sobre cómo preservar el mar para las futuras generaciones.
Así fue como la valiente tortuguita Tina aprendió que la aventura no solo está en explorar nuevos lugares, sino también en cuidar lo que amamos.
FIN.