El viaje de Tito a casa



Había una vez en el bosque encantado un pequeño lobito que se llamaba Tito.

Tito había perdido a sus padres y se sentía muy solo, hasta que un día conoció a papa solo y mama luna, quienes decidieron adoptarlo y brindarle todo su amor. Tito estaba feliz junto a su nueva familia, jugaban juntos, cantaban canciones y contaban historias bajo la luz de la luna.

Sin embargo, una noche oscura mientras papa sol brillaba en lo alto del cielo, Tito sintió miedo al escuchar un ruido extraño en el bosque. "¿Qué sucede, Tito? ¿Por qué estás tan asustado?" -preguntó papa sol preocupado. "¡Papá Sol! Escuché algo raro en el bosque oscuro.

¡No quiero quedarme solo!" -respondió Tito temblando de miedo. Papa sol intentó calmarlo explicándole que no debía tener miedo, que él siempre estaría allí para protegerlo.

Pero justo en ese momento, una nube pasó frente a papa sol y lo tapó por completo durante unos minutos. "¡Papá Sol! ¡No puedo verte! ¡No me dejes solo!" -gritó Tito desesperado mientras veía cómo la luz desaparecía lentamente.

Cuando la nube finalmente se alejó y papa sol volvió a brillar en todo su esplendor, descubrió con angustia que Tito ya no estaba a su lado. El pequeño lobito se había adentrado en el bosque oscuro sin darse cuenta y ahora estaba perdido entre las sombras.

"¡Tito! ¡Tito! ¿Dónde estás?" -llamaba papa sol mientras buscaba desesperadamente a su hijo adoptivo. Tito corría asustado por el bosque oscuro, sin poder encontrar el camino de regreso a casa.

Las ramas crujían bajo sus patitas y los ojos brillantes de los animales nocturnos lo observaban desde la penumbra. Estaba tan asustado que comenzó a llorar lágrimas plateadas que brillaban como estrellas en la oscuridad. De repente, entre los árboles apareció mama luna con su luz plateada iluminando el camino de Tito.

Con voz dulce le dijo:"Tranquilo querido Tito, estoy aquí para guiarte de vuelta a casa. Nunca estás solo cuando tienes amor en tu corazón. "Tito abrazó a mama luna con fuerza mientras seguían juntos el sendero iluminado por su luz plateada.

Finalmente llegaron al claro donde papa sol los esperaba angustiado. Al verlos reunidos, papa sol abrazó fuertemente a Tito prometiéndole nunca más perderlo de vista.

Desde ese día, Tito aprendió que aunque haya momentos oscuros y difíciles siempre habrá alguien dispuesto a ayudarlo si tiene fe y confianza en sí mismo. Y así, entre la luz del sol y el brillo de la luna, esta peculiar familia siguió viviendo aventuras juntos bajo el cobijo del bosque encantado.

FIN.

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