El viaje de Tito hacia la felicidad
Había una vez un cuervo tuerto llamado Tito, quien era famoso por sus travesuras y aventuras en el bosque. Sin embargo, un día Tito comenzó a sentir que ya no tenía ganas de hacer nada.
No quería volar ni jugar con sus amigos animales del bosque. Estaba triste y desmotivado. Un día, mientras caminaba por el bosque, Tito encontró una extraña máquina del tiempo.
Al verla, se le ocurrió la idea de viajar al pasado para descubrir qué había sucedido para que perdiera su entusiasmo por la vida. Sin pensarlo dos veces, Tito ingresó a la máquina del tiempo y presionó algunos botones.
De repente, se sintió como si estuviera flotando en el aire y vio cómo las hojas de los árboles pasaban rápidamente frente a él. Cuando finalmente llegó a su destino en el pasado, se encontró con su yo más joven jugando con sus amigos animales en el bosque.
Rápidamente se acercó a ellos y comenzaron a jugar juntos. "¡Hola chicos! ¿Puedo unirme al juego?"- preguntó emocionado Tito. "¡Por supuesto!"- respondieron sus amigos.
Durante toda la tarde jugaron juntos sin parar hasta que llegó la hora de regresar cada uno a su hogar. En ese momento, Tito descubrió algo importante: había dejado de hacer cosas divertidas porque estaba demasiado preocupado por ser perfecto en todo lo que hacía.
"¿Qué te pasa amigo? ¿Por qué estás tan preocupado?"- preguntaron sus amigos. "No sé, solo quiero hacer todo bien y a veces me siento frustrado cuando no lo logro"- respondió Tito. Sus amigos le explicaron que todos cometemos errores y que lo importante es seguir intentando.
También le recordaron que la vida es más divertida cuando hacemos cosas nuevas y emocionantes. "Tienes razón chicos, gracias por ayudarme a darme cuenta de esto"- dijo Tito con una sonrisa en su rostro.
De regreso al presente, Tito se sintió renovado y lleno de energía. Ahora sabía que debía dejar atrás su perfeccionismo y simplemente disfrutar de las cosas simples de la vida. Desde ese día en adelante, Tito volvió a ser el cuervo aventurero y feliz que solía ser.
Volaba por los cielos del bosque con sus amigos animales, explorando nuevos lugares e inventando juegos divertidos. Y así fue como aprendió que la verdadera felicidad está en disfrutar cada momento sin preocuparse demasiado por el resultado final.
FIN.