El viaje de Tobías

Tobías era un niño muy travieso y egoísta. Siempre buscaba su propio beneficio sin importarle el daño que causara a los demás.

Un día, decidió robarle el pan a una anciana que vivía en el bosque, pero lo que no sabía era que esa anciana en realidad era una buena hada disfrazada. La hada, en vez de castigarlo, decidió darle una lección.

Con un toque de su varita mágica, envió a Tobías a un mundo paralelo donde todo era deprimente y oscuro. Allí, Tobías conoció a un grupo de criaturas desfavorecidas que luchaban por sobrevivir, a pesar de los constantes desafíos que enfrentaban.

Al principio, Tobías no mostró empatía hacia ellos, pero a medida que pasaba el tiempo, su corazón se ablandó y comenzó a comprender el valor de la solidaridad y la generosidad. Juntos, emprendieron una aventura para encontrar el camino de regreso a casa, enfrentando peligros y desafíos, pero Tobías sabía que al final lograrían regresar.

Sin embargo, en el clímax de la historia, un sacrificio inesperado de uno de sus amigos llevó a un final triste.

A pesar de su regreso a casa, Tobías nunca olvidaría la lección que aprendió en ese mundo paralelo, y se convirtió en una persona mejor, dedicando su vida a ayudar a los demás.