El Viaje de Tomi y la Comida Mágica
Había una vez en un barrio de Buenos Aires un niño llamado Tomi. Tomi era un niño lleno de energía y ganas de jugar, pero últimamente se sentía débil y sin fuerzas. Su mamá, aunque lo quería mucho, no sabía cómo cocinar comida saludable y siempre le preparaba comida rápida y poco nutritiva.
Un día, mientras Tomi se sentaba en el parque, observó a sus amigos correr y jugar. Se sintió un poco triste porque él no podía seguirles el ritmo.
"¿Por qué estás tan parado, Tomi?" le preguntó su mejor amigo, Lucas.
"No tengo fuerzas, creo que comí algo malo."
"¿Comiste pizza otra vez?"
"Sí..." respondió Tomi.
Esa noche, mientras Tomi trataba de dormir, un libro en su estantería brilló. Era un libro de recetas mágicas. Intrigado, se levantó a mirarlo más de cerca.
"Recetas mágicas, ¿qué será eso?" pensó.
"Tal vez pueda encontrar algo que me dé más energía."
Al abrirlo, una luz deslumbrante salió del libro y una pequeña hada apareció.
"Hola, Tomi. Soy Lila, el hada de la alimentación saludable. He venido a ayudarte!"
"¡Guau! ¡Un hada! ¿De verdad puedes ayudarme?"
"Claro que sí. La comida tiene poderes mágicos si eliges la correcta. Vamos a enseñarle a tu mamá cómo hacer comidas ricas y saludables."
Tomi se iluminó, y junto con Lila, se fue volando a la cocina. Lila sacó ingredientes de su varita mágica: zanahorias, espinacas, y fresas.
"¡Mamá, ven a ver!" gritó Tomi.
"¿Qué pasa, Tomi?"
"Conocí a un hada y vamos a cocinar algo especial juntos!"
Su mamá, sorprendida, se acercó.
"¿Cocinar? Bueno, puede ser divertido."
Lila mostró a la mamá de Tomi cómo preparar una ensalada de colores.
"Mirá, mamá, primero picamos las verduras."
"¿Y después?" preguntó su mamá.
"Ahora hacemos un aderezo mágico con yogur y limón. ¡Intenta, es sencillo!"
Juntos, madre e hijo empezaron a cocinar. Mientras estaban en la cocina, Tomi comenzó a sentirse más fuerte y lleno de energía.
"Mira, Tomi, la comida ya se ve tan rica."
"¡Estoy ansioso por probarla!"
Después de un par de horas de risas y buena onda, la comida estuvo lista y tomaron sus primeros bocados.
"¡Esto está delicioso!" exclamó Tomi, sintiendo cómo la energía comenzaba a fluir en su cuerpo.
"Es verdad, Tomi. ¡Nunca pensé que las verduras pudieran ser tan ricas!" añadió su mamá.
Al día siguiente, Tomi se despertó sintiéndose como un superhéroe. Tenía más energía que nunca y decidió invitar a Lucas a jugar.
"Mirá, Lucas, hoy voy a correr mucho y no me voy a cansar!"
"¡Genial! ¿Qué hiciste?"
"Cociné con mi mamá ensalada y verduras. Las comidas saludables dan energía!"
Lucas estaba tan sorprendido que decidió aprender sobre comida saludable también. Juntos decidieron organizar una fiesta en el parque para enseñarles a sus otros amigos sobre las frutas y verduras.
"¡Vamos a hacer un picnic saludable!" propuso Tomi.
"Sí, todos pueden traer algo saludable. ¡Sería genial!"
La fiesta estaba llena de risas, y todos probaron diferentes comidas saludables. Al final del día, Tomi se sintió feliz porque había ayudado a sus amigos a entender la importancia de una buena alimentación.
"Gracias, Lila, por ayudarme!" dijo Tomi.
"Solo recuerda siempre que una buena alimentación es un derecho de todos. ¡Sigue comiendo bien!"
Desde ese día, Tomi y su mamá aprendieron a cocinar juntos y siempre disfrutaban de comidas nutritivas. Y así, el niño que una vez estuvo débil se convirtió en un campeón, corriendo y jugando alegremente con sus amigos. Lila, el hada de la alimentación saludable, siempre estaba cerca, recordándoles que la magia de la comida saludable se compartía entre todos.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
FIN.