El viaje de Tristesa hacia la felicidad

En un lejano hogar en lo alto de las montañas, vivía Tristesa, una pequeña criatura que siempre parecía estar envuelta en sombras.

Tristesa no sabía qué era la felicidad, ya que su corazón estaba lleno de recuerdos tristes y dolorosos de su pasado. Un día, mientras deambulaba por el bosque, se encontró con Amor, una jovial y radiante criatura que brillaba con luz propia. -¡Hola, pequeña Tristesa! ¿Por qué estás tan triste? -preguntó Amor con cariño.

Tristesa bajó la mirada y le contó sobre su pasado y cómo no lograba encontrar la felicidad en su vida. Amor, con una sonrisa cálida, le ofreció su amistad. -Ven conmigo, te mostraré que siempre hay luz en la oscuridad.

Juntos emprendieron un viaje hacia la Felicidad, atravesando praderas, ríos y montañas. En el camino, se encontraron con desafíos que ponían a prueba su valentía y determinación. Pero, con el apoyo mutuo, lograron superar cada obstáculo.

Durante el viaje, Tristesa descubrió que el amor y la amistad podían sanar heridas del pasado y que cada pequeño momento de alegría le acercaba un poco más a la felicidad. Finalmente, llegaron a la Cima de la Felicidad, un lugar lleno de luz y color.

-¡Mira, Tristesa! Este es el verdadero poder del amor y la amistad. Esas pequeñas chispas de felicidad que sentimos en nuestro corazón -dijo Amor emocionada. Tristesa abrazó a Amor con gratitud y sintió que un nuevo capítulo se abría en su vida.

Desde ese día, Tristesa se convirtió en un faro de luz y esperanza para todos aquellos que todavía buscaban su camino hacia la felicidad.