El viaje de Tristeza Bauti

Había una vez en un pequeño pueblo, un niño llamado Bauti, que siempre llevaba consigo a su amiga Tristeza. Aunque Tristeza nunca lo abandonaba, Bauti siempre trataba de mantenerla a raya con su noble corazón.

Un día, Bauti decidió emprender un viaje en busca de la alegría que tanto anhelaba. Se despidió de su familia y amigos, prometiéndoles que regresaría con una sonrisa en el rostro.

Tristeza se sintió nerviosa por el viaje, pero Bauti le aseguró que juntos podrían superarlo. Durante su travesía, se encontraron con diferentes desafíos, pero Tristeza y Bauti siempre encontraban la manera de apoyarse mutuamente. Con cada obstáculo superado, Tristeza se sentía un poco más ligera y Bauti un poco más fuerte.

Finalmente, después de mucho esfuerzo y valentía, llegaron a un prado lleno de flores brillantes y colores vibrantes. Bauti se quedó maravillado y, de repente, una risa espontánea brotó de su corazón.

Tristeza se transformó en una lágrima de felicidad y juntos celebraron su victoria. Desde ese día, Bauti aprendió que la verdadera alegría no viene de huir de la tristeza, sino de abrazarla y caminar junto a ella en el viaje de la vida.