El Viaje de Trixy y Cirly



En un universo lleno de formas geométricas, vivía un triángulo llamado Trixy y un círculo muy simpático llamado Cirly. Trixy tenía tres lados y era muy curioso, mientras que Cirly, con su forma redondeada, siempre veía el mundo de una manera más suave y acogedora.

Un día, Trixy se despertó con una idea brillante.

"¡Cirly! ¿Te imaginas qué aventuras podríamos vivir si nos vamos de viaje más allá de nuestro mundo triangular y circular?"

Cirly, mientras se acomodaba en su cama redonda, respondió emocionado:

"¡Me encantaría! Pero, ¿a dónde iremos?"

"He escuchado historias sobre un mundo de cuadrados. Dicen que tienen una plaza grandísima donde todos se divierten."

"¡Eso suena genial! Vamos a conocer a los cuadrados entonces."

Los dos amigos, llenos de entusiasmo, se prepararon para su gran aventura. Trixy llevó su brújula triangular y Cirly empacó unas galletitas redondas para el camino.

Caminaron a través de la Ruta Geométrica, donde cruzaron Venecia de los Triángulos y el Lago Circular, donde los círculos jugaban felices disfrutando del agua.

Mientras avanzaban, se encontraron con una gran montaña de bloques cuadrados. Trixy la miró con ansias.

"¡Vamos a escalar! ¡Podemos llegar rápidamente a la cima!"

"¡Espera! He escuchado que los cuadrados no les gusta que subamos de cualquier manera. Debemos pedir permiso primero."

Trixy frunció el ceño, pero decidió que Cirly tenía razón. Buscaron al cuadrado más grande, que se llamaba Cuadro, y le dijeron su plan.

"¡Hola Cuadro! Nos gustaría escalar tu montaña. ¿Podemos hacerlo?"

Cuadro sonrió.

"Claro, chicos, pero deben seguir la regla de los cuadrados: siempre en grupos de cuatro. Si hacen eso, la cima será mucho más divertida."

Trixy y Cirly se miraron y localizaron enseguida a otros tres amigos: un rectángulo, un rombo y un trapecio. Así, juntos, comenzaron a escalar la montaña.

Una vez en la cima, disfrutaron de la vista.

"¡Mirá qué lindo se ve todo desde aquí!" exclamó Trixy.

"Es un espectáculo increíble" respondió Cirly con una sonrisa.

Sin embargo, mientras miraban, notaron algo extraño: una gran sombra se acercaba. Era un gran cubo que parecía estar enojado.

"¿Quién se atreve a mirar desde mi montaña? ¡Este es mi territorio!"

"Lo sentimos, Señor Cubo. Solo queríamos ver la vista y prometimos seguir las reglas de los cuadrados..." dijo Trixy, temeroso.

El cubo se detuvo y observó a los amigos.

"¿Prometieron seguir las reglas? Entonces, bienvenidos, pero la vista es sólo para aquellos que saben trabajar juntos."

Esa fue la clave, Trixy y Cirly supieron que el trabajo en equipo traía recompensas, y así el cubo se unió a ellos para disfrutar del paisaje.

Luego de unas horas, bajaron de la montaña juntos y se dirigieron al espacio donde los cuadrados jugaban a formar figuras. Ahí jugaron, pero Trixy notó que algunos cuadrados estaban tristes.

"¿Qué les ocurre?"

"Queremos formar un rectángulo gigante, pero no tenemos suficientes lados. Necesitamos la ayuda de todos los que están aquí."

Trixy y Cirly decidieron ayudar. Juntaron todos los amigos que hicieron en el ascenso y organizaron a todos para formar el gran rectángulo. Ayudados por su ingenio y creatividad, lograron construir la figura.

"¡Lo logramos!" gritaron al unísono.

El cuadrado más pequeño aplaudió.

"Gracias, ¡volvimos a divertirnos! Sois amigos brillantes."

Al final del día, Trixy y Cirly se despidieron de sus nuevos amigos cuadrados.

"Este viaje me enseñó que conocer nuevas formas y trabajar en equipo siempre trae alegría" ¡gritó Trixy! .

"Y que cada forma tiene algo especial para ofrecer al mundo" añadió Cirly.

Siguieron su camino de vuelta a casa, llenos de historias para contar y nuevas lecciones aprendidas. Y así, su amistad se hizo cada vez más fuerte, cruzando los límites de sus mundos.

De regreso en su hogar, Trixy y Cirly sabían que el siguiente viaje siempre los esperaba, porque el mundo de las formas geométricas es mucho más amplio de lo que se pueden imaginar.

FIN.

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