El Viaje de Vigilija a Vilnius
Era un día nublado en la ciudad de Kaunas. Las nubes grises cubrían el cielo y el viento soplaba con fuerza. Vigilija, una profesora de español con una sonrisa radiante, se despertó temprano, llena de entusiasmo. Tenía un congreso en Vilnius relacionado con la enseñanza de idiomas.
"Me levanto con el sol, por más que el cielo esté oscuro", dijo Vigilija mientras se preparaba un mate caliente. Mientras miraba por la ventana, notó cómo las gotas de lluvia empezaban a caer.
"¡Ay no! ¿Lluvia?", exclamó, pero no dejó que eso la desanimara. Decidió que lo más importante era asistir al congreso y compartir su amor por el español.
Cuando llegó a la estación de tren, el viento soplaba con más fuerza. Vigilija se abrazó su abrigo y se acercó al vendedor de boletos.
"Un boleto a Vilnius, por favor", dijo.
"Hoy hay mal tiempo. Tal vez deberías pensarlo dos veces", le advirtió el hombre.
"La lluvia no me detendrá. ¡Tengo historias que contar!", respondió con determinación.
El tren llegó, un poco retrasado, pero Vigilija subió con una sonrisa. Mientras el tren avanzaba, se sentó junto a una niña que viajaba con su abuela. La niña, con grandes ojos curiosos, la miró y le preguntó:
"¿A dónde vas?"
"Voy a enseñar a más personas sobre el español. Y tú, ¿a dónde vas?"
"Voy a ver a mi mamá. Siempre le cuento lo que aprende en la escuela", contestó la niña, entusiasmada.
"¡Qué lindo! A veces la lluvia trae aventuras también", dije Vigilija mientras el tren se sacudía por el viento. La pequeña sonrió, seguramente pensando en sus propias aventuras.
De repente, el tren se detuvo. Anunciaron que había un problema en las vías. Vigilija sintió un cosquilleo de preocupación.
"¡Ay, no!", pensó, pero la niña le miró y dijo: "No te preocupes, tal vez eso signifique que habrá algo especial que ver."
Esa frase le dio una idea a Vigilija. Decidió contarle a la niña una historia en la que los personajes se detenían en medio de una aventura para descubrir cosas inesperadas. Y mientras relataba la historia, la niña se dejó llevar, imaginando dragones y castillos.
Luego de un rato, el tren reanudó su camino y llegaron finalmente a Vilnius. Las gotas de lluvia seguían cayendo, pero eso no le restó el brillo al viaje. Vigilija agradeció a la niña y su abuela por acompañarla.
"Si algún día llego a Argentina, querría aprender español contigo", le dijo la niña antes de bajarse. Vigilija sonrió:
"¡Y te enseñaré!"
Al llegar al congreso, conoció a profesores de diferentes lugares. Compartieron sus experiencias, los desafíos y las alegrías de enseñar. Vigilija tomó nota de todo y se sintió inspirada.
"¿Y por qué enseñas español?", preguntó una profesora de Brasil.
"Porque creo que el lenguaje nos conecta. ¡Nos abre puertas a nuevas culturas y amistades!", respondió ella, sintiendo el calor de su pasión.
Al finalizar el congreso, la lluvia había cesado y el cielo comenzaba a despejarse. Vigilija decidió dar un paseo. Mientras caminaba, se encontró con un grupo de niños que estaban practicando en el parque. Les comentó:
"Hola, soy profesora y este es un fantástico lugar para aprender y jugar! ¿Quieren escuchar una historia en español?"
Los niños asintieron emocionados. Vigilija se sentó y comenzó a contarles sobre los dragones y las aventuras. Tan absortos estaban que la lluvia parecía desvanecerse en el aire.
Cuando finalmente se despidió, muchos niños la abrazaron. Vigilija salió de Vilnius sabiendo que había creado no solo lecciones, sino experiencias inolvidables.
Y así, con una maleta llena de nuevos conocimientos y un corazón rebosante de alegría, el viaje que había comenzado con lluvia terminó siendo el más especial de todos.
"A veces, las aventuras se esconden detrás de un día gris", dijo mientras miraba el hermoso atardecer de Vilnius.
"¡Qué bueno que viniste! ¡Quiero más historias!" gritaron los niños desde el parque.
Así fue como Vigilija aprendió que, aunque el clima no siempre sea perfecto, el verdadero brillo lo traen la pasión y la conexión con los demás. Y con ese pensamiento, se prometió nunca dejar que el mal tiempo le impidiera buscar nuevas aventuras en su vida.
FIN.