El viaje de Virginia hacia la autodisciplina
Virginia era una niña muy curiosa y activa, a quien le encantaba explorar el mundo que la rodeaba. Sin embargo, a veces se comportaba de manera impulsiva y no siempre obedecía las reglas. Un día, su madre le explicó el concepto de condicionamiento, castigo, estímulo, respuesta y refuerzo, para ayudarla a entender la importancia de la autodisciplina.
Una vez, Virginia decidió correr por el jardín trasero con sus zapatos nuevos y terminó cayéndose y lastimándose. Su mamá, preocupada, le explicó: '-Virginia, este es un ejemplo de castigo. Tu respuesta impulsiva al correr generó una consecuencia negativa. Sin embargo, si hubieras esperado a que te atara los cordones, te habrías evitado el castigo.' Virginia asintió, entendiendo la lección.
Días después, Virginia estaba ansiosa por ver el arcoíris después de la lluvia. Su madre le recordó: '-Recuerda, Virginia, el estímulo es la lluvia, pero la respuesta adecuada es esperar a que el cielo se despeje para salir.' Virginia comprendió que debía tener paciencia.
Más tarde, Virginia estaba ayudando a su abuelita a regar las plantas, y su abuelita notó que se estaba esforzando mucho. Entonces le dijo: '-¡Qué buena ayuda, Virginia! Eres muy aplicada. Tu esfuerzo merece un refuerzo.' Al escuchar esas palabras de elogio, Virginia se sintió muy contenta y comprendió la importancia de su esfuerzo.
A partir de ese día, Virginia empezó a aplicar lo que había aprendido. Se volvió más consciente de sus acciones, entendiendo que su comportamiento podía traer consecuencias positivas o negativas. Aprendió a controlar sus impulsos, a ser paciente y a valorar el esfuerzo. Con el tiempo, se convirtió en una niña más disciplinada, dispuesta a enfrentar los desafíos que la vida le presentara, sabiendo que el autodominio era la llave para alcanzar sus metas y sueños.
FIN.