El viaje del Agua
Había una vez en un lugar muy lejano, un reino donde todos los habitantes eran gotitas de agua. Algunas gotitas eran del río, otras del mar, y también estaban las del manantial. Cada una tenía su propio color y personalidad.
El rey Agualdo era el encargado de mantener el equilibrio entre todas las gotitas del reino. Un día, Agualdo convocó a una reunión urgente en el castillo para hablar sobre la importancia del agua en todas sus formas.
"Queridas gotitas, el agua es vida y es fundamental que conozcan todas sus formas: el agua potable, la destilada, la mineralizada y muchas otras.
Cada una cumple un papel importante en el mundo, y es responsabilidad de todos su cuidado y preservación", explicó el rey. Sin embargo, una de las gotitas, llamada Destina, estaba en desacuerdo. "¿Por qué debemos preocuparnos por todas esas formas de agua si al final somos iguales?", cuestionó Destina.
Agualdo entendió que había que enseñarles la importancia de todas las formas de agua de manera práctica, así que decidió enviar a un grupo de gotitas en un viaje por todos los lugares donde podían encontrar agua.
Así comenzó la travesía de Agualdo, Destina, Potabilo y Mineralito, cuatro gotitas valientes que se adentraron en el mundo exterior. Su primera parada fue en un glaciar, donde conocieron el agua pura y cristalina. Luego visitaron una destilería, donde aprendieron sobre el proceso de destilación.
Después fueron a un manantial, donde descubrieron el agua mineralizada. En cada lugar, las gotitas aprendieron la importancia de cada forma de agua. Finalmente, regresaron al reino con un gran tesoro de conocimientos.
Destina, que al principio no entendía la importancia de las diferentes formas de agua, se dio cuenta de que cada una tenía su propio valor y que juntas eran fundamentales para la vida en el planeta.
A partir de ese día, las gotitas del reino trabajaron juntas para cuidar y preservar todas las formas de agua, sabiendo que todas eran esenciales.
FIN.