El Viaje del Amor
Tomoko era una niña muy curiosa, siempre llena de preguntas sobre la vida y el mundo que la rodeaba. Por otro lado, Jin era un poco más tímido, pero también deseaba explorar y descubrir cosas nuevas. Después de semanas de miradas cómplices y sonrisas tímidas en el colegio, ambos finalmente decidieron ser novios.
"- ¡Hola, Jin! - le dijo Tomoko un día en la hora del recreo, con una mezcla de emoción y nerviosismo en su voz. - ¿Qué te gustaría hacer hoy?".
"- Hola, Tomoko. Bueno, no sé... ¿Te gustaría ir a la feria de barrio? - sugirió Jin.
- ¡Eso suena genial! - exclamó Tomoko, saltando de alegría.
Los dos niños se dirigieron a la feria, donde las luces brillaban y los sonidos de risas y música llenaban el aire. Sin embargo, a medida que interactuaban, se dieron cuenta de que ser novios era diferente a solo ser amigos. La primera vez que Jin le tomó la mano a Tomoko, ambos sintieron un cosquilleo, pero también un poco de incomodidad.
"- Es raro, ¿no? - dijo Jin, mirando al suelo.
- Sí... pero creo que está bien, es nuevo para los dos. - respondió Tomoko, sonrojándose.
Decidieron que sería una buena idea conocerse mejor, así que hicieron un trato: cada uno escribiría tres cosas que le gustaban y tres cosas que le daban un poco de miedo sobre ser novios. Se iban a mostrar sus listas al día siguiente.
La noche fue larga para Tomoko, quien se quedó pensando en qué escribir. Cuando llegó el día siguiente, ambos se encontraron en el parque.
"- Estoy lista - dijo Tomoko, sacando su papel.
- Yo también. - contestó Jin, nervioso.
Comenzaron a leer sus listas. Tomoko escribió cosas como "me gusta compartir mis cosas con vos" y "me gusta que me hagas reír", pero también "me da miedo que no podamos hablar de lo que sentimos" y "me incomoda que no sé cómo besarte".
"- A mí me pasa lo mismo. - confesó Jin. - A veces me siento torpe y no sé si estoy haciendo las cosas bien.
- Eso es normal, ¡no te preocupes! - dijo Tomoko con una sonrisa. - Podemos aprender juntos.
Una idea brillante se le ocurrió a Tomoko: organizar un juego en donde ambos debían hacer preguntas divertidas el uno al otro, así podrían conocerse mejor sin presiones. "- ¿Qué te harías si fueras un superhéroe? - preguntó Tomoko.
"- ¡Volar! - contestó Jin, emocionado. - ¿Y vos? -
- Hacer que todos sean felices. - dijo Tomoko, mirando al cielo.
A través del juego, la timidez comenzó a desvanecerse. Cada pregunta llevaba a una respuesta llena de risas y descubrimientos. Sin embargo, al llegar a la típica pregunta de "¿qué es lo que más te gustaría hacer con tu mejor amigo?", ambos se sintieron un poco inseguros.
"- Tal vez... un beso? - susurró Jin, con la cara roja como un tomate.
- Yo... no sé. - respondió Tomoko, apretando su mano con fuerza. - ¿Y si no es lo que esperamos?
Se dieron cuenta de que, aunque había mucho por descubrir, también había miedo. "- Quizás podamos practicar en algo más fácil primero. - sugirió Tomoko, con una chispa de ingenio.
- ¡Buena idea! ¿Y si hacemos un juego de 'verdad o reto'? - respondió Jin, emocionado.
Así fue como se pasaron la tarde, riendo y jugando, haciendo pequeños retos que les ayudaron a acercarse. Esto les enseñó que conocerse no siempre era fácil, pero que juntos podían encontrar maneras divertidas de superar sus miedos.
Al final del día, cuando estaban a punto de despedirse, ambos sintieron que había más confianza entre ellos.
"- Gracias por un día tan especial, Jin. - dijo Tomoko.
- Gracias a vos, Tomoko. - respondió Jin, sonriendo.
A medida que se separaban, Tomoko se volvió y dijo: "- Todos los días podemos conocernos un poco más, ¿te parece?" Jin asintió con entusiasmo. Sabían que el camino del amor estaba lleno de subidas y bajadas, pero que juntos podían aprender a disfrutar de cada momento.
Y así, Tomoko y Jin se convirtieron no solo en novios, sino en grandes amigos que enfrentaron juntos los retos del amor.
FIN.