El viaje del círculo mágico



Érase una vez en el país de las figuras geométricas, un círculo mágico llamado Curito. Curito vivía en un mundo lleno de color y alegría, donde todas las figuras geométricas vivían en armonía.

Un día, Curito decidió emprender un viaje mágico por el país de las figuras geométricas. En su camino, se encontró con el triángulo Trini, el cuadrado Cuadrito y el rectángulo Rectángelito.

- ¡Hola Curito! ¿A dónde te diriges tan rápido? - preguntó Trini curiosa.

- Estoy explorando el país de las figuras geométricas. Quiero descubrir nuevas formas y colores - respondió Curito emocionado.

Los amigos despidieron a Curito con entusiasmo y le desearon un buen viaje. En su recorrido, Curito conoció al óvalo Ovalito, al rombo Rombito y a la estrella Estrellita, quienes le mostraron las maravillas de su país.

Pero de repente, Curito se perdió en el laberinto de polígonos y no sabía cómo regresar a casa. Se sentía triste y asustado. Fue entonces cuando el corazón Corazoncito apareció y le ofreció ayuda.

- No te preocupes, Curito. Te guiaré de regreso a casa. Solo tienes que seguir tu intuición y confiar en ti mismo - alentó Corazoncito.

Curito siguió los consejos de Corazoncito y logró encontrar el camino de regreso al país de las figuras geométricas. Al llegar, fue recibido con alegría por sus amigos, quienes estaban preocupados por su ausencia.

Desde ese día, Curito valoró aún más la amistad y la solidaridad de sus compañeros. Comprendió que, a pesar de las dificultades, siempre habría alguien dispuesto a ayudar. Y así, continuó explorando su mundo con el corazón lleno de gratitud y alegría.

FIN.

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