El viaje del corazón de la manzana de Juan


Juan era un niño curioso y juguetón al que le encantaba jugar en el jardín de su casa. Un día, mientras disfrutaba de una jugosa manzana, se dio cuenta de algo diferente en su fruta.

Al partir la manzana, descubrió su corazón y no sabía qué hacer con él. Decidió lanzarlo dentro de un bote de basura, sin saber que ese pequeño corazón emprendería un asombroso viaje.

El bote de basura fue recogido por un amable recolector de residuos llamado Don Carlos. -Hola, ¿qué tenemos aquí? -exclamó Don Carlos al ver el corazón de la manzana entre la basura. Decidió llevarlo a un huerto cercano y enterrarlo para que se convirtiera en abono.

El corazón de la manzana, al estar en contacto con la tierra, empezó a germinar y crecer. Así, se convirtió en un hermoso manzano que daba deliciosas manzanas.

Un día, las ramas del árbol fueron podadas y el corazón de la manzana fue arrojado en un camión que lo llevó a un vertedero. Allí, fue encontrado por una niña llamada Sofía, quien lo llevó a su escuela para plantarlo en el jardín.

El corazón de la manzana se convirtió en un hermoso árbol que brindaba sombra a los niños mientras jugaban. Juan, quien resultó ser uno de los compañeros de Sofía, reconoció el árbol y se dio cuenta de que aquel era el corazón de su manzana.

Aprendió una valiosa lección sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y cómo un simple corazón de manzana pudo convertirse en algo hermoso a través del reciclaje y el amor por la naturaleza.

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