El viaje del espejo mágico
Había una vez en un lejano pueblo un espejo mágico llamado Y, que tenía la habilidad de reflejar los deseos más profundos de las personas.
Un día, el espejo fue envuelto cuidadosamente en un pañuelo y viajó en barco, en el bolsillo de un mensajero que lo llevaba hacia un antiguo anticuario. Durante el viaje, Y escuchó las historias de las olas del mar y se maravilló con la belleza del océano.
Al llegar a su destino, el mensajero entregó el pañuelo al anticuario, quien emocionado desplegó el espejo y admiró su resplandor mágico. Decidió exponerlo en su tienda para que todos pudieran disfrutar de su maravilla y aprender de sus enseñanzas.
En las noches, Y reflejaba los rostros y anhelos de los curiosos visitantes, y con cada imagen revelaba una lección de vida. Los niños se maravillaban al ver reflejados sus sueños y deseos, aprendiendo sobre la importancia de la esperanza y la perseverancia.
Los adultos, al observar sus rostros en el espejo, entendían la valía de la empatía y la compasión. Con el tiempo, Y se convirtió en un símbolo de sabiduría y bondad en el pueblo, donde todos acudían para encontrar inspiración y comprensión.
El espejo mágico enseñó a todos que la verdadera magia reside en el amor y la conexión con los demás.
FIN.