El viaje del futuro
Enrique era un niño curioso y amante de la aventura. Siempre estaba buscando nuevas formas de divertirse y explorar el mundo que lo rodeaba.
Un día, mientras jugaba en su jardín, notó algo extraño: Gael y Elías estaban escondidos detrás de unos arbustos. "¡Hola chicos! ¿Qué están haciendo ahí?" preguntó Enrique con una sonrisa. Gael miró a Elías, luego a Enrique, y finalmente decidió hablar. "Enrique, necesitamos tu ayuda.
Venimos del futuro y estamos escapando de un problema muy grande. "Enrique se quedó boquiabierto. ¡Sus amigos venían del futuro! No podía creerlo. "¡Claro que los ayudaré! ¿Qué puedo hacer?"Elías tomó la palabra esta vez.
"Necesitamos encontrar una máquina del tiempo para regresar a nuestro tiempo correcto antes de que sea demasiado tarde. "Los tres niños comenzaron a investigar en libros y en Internet sobre cómo construir una máquina del tiempo.
Pasaron días enteros recopilando información e intentando descifrar los complicados conceptos científicos. Un día, mientras estaban sumergidos en sus investigaciones, Enrique recordó algo importante: su abuelo tenía un viejo taller lleno de herramientas y piezas mecánicas.
"¡Chicos! Creo que mi abuelo tiene todo lo que necesitamos en su taller", exclamó emocionado Enrique. Sin perder ni un minuto más, los tres amigos se dirigieron al taller del abuelo de Enrique. Allí encontraron todo tipo de artilugios antiguos y piezas metálicas brillantes.
Gael examinó cada herramienta y pieza con cuidado y finalmente encontró una antigua caja de madera. "¡Esto es perfecto! Podemos usar esta caja como base para nuestra máquina del tiempo. "Los niños trabajaron juntos, utilizando su creatividad y habilidades manuales para construir la máquina del tiempo.
Pasaron horas pegando engranajes, soldando cables y ajustando tornillos. Finalmente, la máquina del tiempo estuvo lista. Era un dispositivo extraño pero fascinante, lleno de luces parpadeantes y botones brillantes. "¿Están listos chicos?" preguntó Enrique emocionado.
Gael y Elías asintieron con entusiasmo mientras subían a la máquina del tiempo. Enrique presionó el botón rojo y en un abrir y cerrar de ojos, desaparecieron.
Cuando llegaron al futuro, se dieron cuenta de que las cosas eran muy diferentes a como las habían dejado. El mundo estaba cubierto por una espesa capa de smog grisácea y los edificios estaban en ruinas. "¡Tenemos que hacer algo!" exclamó Gael determinado. Los tres amigos comenzaron a trabajar arduamente para cambiar el futuro.
Plantaron árboles, recogieron basura e inspiraron a otros a cuidar el medio ambiente. Poco a poco, el futuro comenzó a cambiar.
El aire se volvió más limpio, los edificios fueron reconstruidos y la gente empezó a valorar más la naturaleza. Después de mucho esfuerzo, Enrique, Gael y Elías regresaron al presente satisfechos con lo que habían logrado. "Gracias por ayudarnos, Enrique", dijo Gael. "Sin tu valentía y determinación, nunca hubiéramos podido cambiar el futuro.
"Enrique sonrió y abrazó a sus amigos. Sabía que juntos podían lograr cualquier cosa. Desde ese día en adelante, Enrique, Gael y Elías siguieron siendo los mejores amigos.
Siempre estaban dispuestos a enfrentar nuevos desafíos y hacer del mundo un lugar mejor para todos. Y aunque no volvieron a viajar en el tiempo, su amistad duró para siempre.
FIN.