El viaje del futuro
En un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, vivía un niño llamado Mateo. Mateo siempre había soñado con descubrir qué ocurriría en el futuro. Un día, mientras paseaba por el bosque cercano a su casa, encontró una misteriosa máquina del tiempo.
Sin pensarlo dos veces, decidió subir a la máquina y presionar un botón. En cuestión de segundos, Mateo se encontraba en un lugar desconocido, con edificios altísimos y autos voladores. - ¡Increíble! ¡Estoy en el futuro! - exclamó Mateo emocionado.
En ese momento, conoció a una niña llamada Lola, quien le explicó que en ese futuro la tecnología había avanzado muchísimo y que las personas vivían en armonía con la naturaleza.
Juntos emprendieron un viaje por la ciudad del futuro, donde vieron cómo la energía solar y eólica abastecían a toda la población, y cómo la medicina preventiva garantizaba la salud de todos.
Sin embargo, no todo era perfecto, descubrieron que algunos habitantes habían olvidado la importancia de cuidar el planeta, lo que había provocado problemas ambientales serios. Determinados a hacer algo al respecto, Mateo y Lola decidieron regresar al pasado con un plan para concientizar a la población sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.
Al llegar a Villa Esperanza, organizaron charlas y actividades para enseñar a la comunidad a reciclar, reforestar y cuidar los recursos naturales. Con el tiempo, el pueblo se transformó en un lugar más consciente y sostenible.
Los habitantes aprendieron a valorar y respetar la naturaleza, asegurando un futuro mejor para las generaciones venideras. Mateo y Lola se dieron cuenta de que no es necesario viajar al futuro para cambiar el mundo, basta con actuar en el presente.
Y así, juntos, lograron construir un futuro en el que todos podrían vivir en armonía con el planeta.
FIN.