El viaje del girasol en busca de sus nutrientes



En un hermoso campo, vivía un girasol llamado Sol, que se sentía triste y débil. Su tallo era frágil y sus hojas marchitas, a pesar de recibir el calor del sol y el agua de la lluvia.

Un día, Sol decidió emprender un viaje en busca de la razón de su debilidad. "¿Qué te sucede, Sol?", le preguntó su amiga Margarita. "No lo sé", respondió Sol. "He estado recibiendo sol, agua y tierra, pero algo no está bien."

Decidido a encontrar una solución, Sol partió en busca de respuestas. En su viaje, se encontró con el Sabio Árbol, quien le dijo: "Sol, para crecer fuerte y radiante, necesitas más que sol, agua y tierra.

También necesitas nutrientes que están escondidos en lo más profundo de la tierra." Intrigado, Sol le agradeció al Sabio Árbol y siguió su camino.

En su travesía, se topó con la Hormiga Exploradora, quien le dijo: "Si quieres encontrar esos nutrientes, debes adentrarte en la tierra y buscar en lugares oscuros y secretos." Con miedo pero determinación, Sol se sumergió en la tierra, donde encontró todo tipo de criaturas y raíces que le mostraron el camino.

Después de atravesar obstáculos y desafíos, finalmente halló los nutrientes que tanto necesitaba. Al regresar a la superficie, las raíces de Sol se fortalecieron, y su tallo comenzó a erguirse con firmeza. Sus hojas volvieron a brillar, y su flor se abrió con un hermoso color amarillo.

Sol comprendió que, para crecer y ser fuerte, necesitaba no solo del sol, el agua y la tierra, sino también de los nutrientes escondidos en lo más profundo de la tierra.

Desde entonces, se convirtió en un girasol radiante que inspiraba a todos a buscar la fuerza en su interior.

FIN.

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