El viaje del joven enojón

Había una vez un joven llamado Martín, que era conocido por su rápido temperamento. Cualquier pequeña cosa podía hacerlo enojar y explotar en furia.

Un día, Martín se encontró con un misterioso anciano que le dijo que para controlar su enojo, debía emprender un viaje de autoconocimiento. Confundido pero intrigado, Martín aceptó el desafío y partió en su aventura. En su viaje, Martín se encontró con distintos personajes que lo ayudaron a enfrentar sus emociones.

Con la ayuda de un sabio búho, aprendió a respirar profundamente y contar hasta diez cuando sintiera que su enojo crecía. Luego, con la compañía de un risueño payaso, descubrió que la risa podía disipar su ira.

Pero su prueba final fue cuando se enfrentó a un enorme dragón que representaba su propio enojo descontrolado. Martín recordó todo lo que había aprendido en su viaje y finalmente logró calmar al dragón.

Al regresar a su pueblo, Martín se convirtió en un ejemplo para muchos, demostrando que con esfuerzo y aprendizaje, era posible controlar el enojo.