El Viaje del Libro Sabio



Había una vez un libro muy especial llamado 'Libro sobre Animales'. Era un libro grande, con páginas llenas de historias sobre todos los animales del mundo. Un día, Libro decidió que quería llegar hasta la biblioteca más grande de la ciudad para que todos pudieran leer sus historias y aprender sobre los maravillosos animales que habitaban el planeta.

"Voy a salir de aquí, voy a ir a la biblioteca más grande y seré el libro más leído del mundo!" - se decía a sí mismo con gran entusiasmo.

Así que, con mucho esfuerzo, y tras un fuerte viento que lo empujó, Libro comenzó su viaje. En el camino, se encontró con una pequeña tortuga llamada Tati.

"Hola, Libro. ¿A dónde te dirigís tan apurado?" - preguntó Tati.

"A la biblioteca más grande, quiero que todos lean mis historias sobre animales. ¿Quieres acompañarme?" - respondió Libro.

"Por supuesto, aunque soy lenta, tal vez aprendamos algo en el camino" - dijo Tati, muy emocionada.

Siguieron su camino y, tras un rato, se encontraron con un río caudaloso.

"¡Qué difícil es cruzar este río!" - exclamó Libro.

"No te preocupes, yo puedo ayudarte. Subite a mi espalda y te cruzaré" - ofreció Tati.

Así fue como cruzaron juntos. Libro aprendió de la valentía y la ayuda mutua. Tras cruzar el río, se encontraron con un grupo de aves que estaban discutiendo entre ellas.

"¿Por qué pelean, amigas?" - les preguntó Libro.

"Nos peleamos por cuál de nosotras vuela más alto. ¡Que no se enteren las otras!" - dijo una de las aves.

"Chicas, no importa quién vuela más alto. Lo importante es disfrutar del vuelo y la amistad que tenemos" - aconsejó Tati.

Las aves se miraron y decidieron dejar de pelear, aprendiendo que lo importante no era competir, sino disfrutar juntas del cielo.

"¡Eso es muy bonito!" - dijo Libro, tomando nota en su memoria.

Continuaron su viaje y llegaron a un hermoso bosque, donde encontraron a un viejo búho que estaba muy triste.

"¿Qué te pasa, señor Búho?" - preguntó Libro.

"¡Nadie viene a escuchar mis historias! Estoy cansado de estar solo" - respondió el búho con una voz triste.

"Tal vez podríamos compartir tus historias con los demás" - sugirió Tati.

"Sí, ¡eso sería genial!" - alentó Libro. Así que, se quedaron en el bosque y el búho comenzó a contar historias increíbles.

Los animales del bosque comenzaron a acercarse y a escuchar con atención. Libro y Tati aprendieron sobre la importancia de compartir y escuchar a los demás, formando así una comunidad.

Tras un tiempo, decidieron que era hora de seguir adelante. En los días siguientes, enfrentaron lluvias, caminos pedregosos y muchos desafíos, pero siempre apoyándose el uno al otro.

Finalmente, después de mucho viajar, llegaron a las puertas de la biblioteca más grande de la ciudad.

"¡Lo logramos!" - gritó Libro emocionado.

"Sí, pero ha sido un viaje lleno de aprendizajes, no sólo para vos, sino también para mí" - afirmó Tati.

Sin embargo, cuando abrieron las puertas de la biblioteca, se dieron cuenta de que estaba llena de libros que a la gente le gustaba leer.

"¿Y si nadie quiere leer mis historias?" - lamentó Libro.

Pero Tati le dijo:

"No importa, Libro. Lo que realmente importa son las valiosas lecciones que hemos aprendido en nuestro camino juntos: la amistad, la importancia de compartir y ayudar a los demás. Ese es tu verdadero tesoro."

Y así, aunque Libro no llegó a ser el más leído de todos, comprendió que su viaje había sido un gran aprendizaje que siempre llevaría en su corazón. Desde ese día, en lugar de sentir tristeza, Libro decidió prestar su sabiduría a quienes se acercaban a la biblioteca, compartiendo las maravillas que había vivido.

Y así, tanto Tati como Libro volvieron a casa felices, sabiendo que el verdadero valor no estaba en el destino, sino en lo que aprendieron juntos en el camino.

Fin.

FIN.

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