El viaje del mosquito dengue




Había una vez en el bosque de la selva misionera, un pequeño mosquito llamado Martín.

A diferencia de los demás mosquitos, Martín no quería picar a los humanos para chupar su sangre, ya que sabía que podía transmitirles el peligroso virus del dengue. Sin embargo, Martín se sentía triste al ver a sus amigos picando a los humanos sin importarles las consecuencias. Un día, Martín decidió emprender un viaje para buscar una solución al problema del dengue.

"Amigos, me marcho en busca de una forma de ayudar a los humanos y protegerlos del dengue", les dijo Martín a sus compañeros. Sorprendidos, los demás mosquitos no entendían por qué Martín quería alejarse de su hogar. "No te vayas, Martín.

Aquí es donde perteneces", le dijo su mejor amigo, Juan. Pero Martín estaba decidido a encontrar una solución. Durante su viaje, Martín conoció a una abeja sabia llamada Doña Margarita.

Ella le enseñó a Martín que él también podía ayudar a los humanos polinizando las flores, y de esa manera, contribuir al equilibrio del ecosistema. Con el ánimo renovado, Martín regresó a la selva y compartió su nueva misión con sus amigos. "No todos los héroes llevan capa, amigos.

Podemos aportar a la naturaleza de muchas formas positivas sin hacer daño a los humanos", les dijo Martín. Poco a poco, los demás mosquitos empezaron a imitar a Martín, dejando de picar a los humanos y ayudando en la polinización de las flores.

Con el correr del tiempo, la comunidad humana y la natural notaron el cambio positivo en el comportamiento de los mosquitos.

Gracias a la determinación de Martín y la sabiduría de Doña Margarita, la selva misionera se convirtió en un lugar más seguro para todos. Y Martín, el mosquito dengue, había encontrado su verdadero propósito y se convirtió en un ejemplo para su comunidad.

FIN.

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