El Viaje del Número Uno



Había una vez un pequeño número que vivía en un mágico país llamado Númerolandia. Este número era el uno, y se llamaba Uno. A Uno le encantaba ser un número, pero tenía un sueño muy especial: quería encontrar a otros números y hacer grandes amigos.

Un día, Uno decidió emprender un viaje para conocer a todos los números de Númerolandia. "Hoy es el día perfecto para salir a explorar!" pensó Uno emocionado.

Mientras caminaba, se encontró con un grupo de números que estaban jugando en un campo.

"Hola, amigos! Soy Uno. ¿Me dejan jugar con ustedes?" preguntó con una sonrisa.

Los números, que eran Dos, Tres, y Cuatro, lo miraron sorprendidos.

"Claro que sí, Uno!" dijo Dos. "Puedes unirte a nuestra carrera. "

"Sí, vení!" añadió Tres. "Te vamos a mostrar."

Y así, empezaron a correr. Uno estaba muy contento, pero al ser el más pequeño, no podía correr tan rápido como los demás.

"Esperen!" gritó, "¡yo quiero llegar primero!"

Pero a su vez, le costaba mantenerse al día. Entonces, de repente, se le ocurrió una idea brillante.

"¿Qué pasaría si corremos juntos, tomados de las manos?" sugirió Uno.

Dos, Tres, y Cuatro se miraron y sonrieron.

"¡Buena idea, Uno!" dijeron al unísono y se tomaron de las manos.

Y así, al correr juntos, Uno se sintió más rápido y feliz. Aunque él era el número uno y más pequeño, pudo disfrutar de la carrera como nunca.

El grupo llegó a la meta, y aunque Uno no había llegado primero, se sintió como si hubiera ganado.

"¡Lo logramos!" celebró Uno.

"Sí! Pero lo mejor de todo es que corrimos juntos y fuimos un gran equipo!" dijo Cuatro.

Uno aprendió que lo más importante no era ser el número uno en todo, sino tener amigos y disfrutar el momento. Desde entonces, siempre corrió, jugó y compartió momentos con sus nuevos amigos.

Y así, Uno vivió feliz en Númerolandia, aprendiendo que juntos son siempre más fuertes y divertidos.

FIN.

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