El viaje del pequeño burrito de peluche



En un día frío y lluvioso, un pequeño burrito de peluche se desprendió de la mochila de un turista despistado. Mientras la lluvia caía, una chica llamada Valentina lo encontró y decidió llevarlo a casa.

El pobre burrito estaba mojado y sucio, pero Valentina sabía exactamente qué hacer. Lo llevó a su lavabo y lo lavó con cuidado, quitando toda la suciedad y el barro.

Luego, le preparó un platito con un poco de algodón dulce y lo colocó en una cálida camita hecha con una cajita de zapatos forrada de algodón. El burrito de peluche se sentía feliz y agradecido. -Gracias, Valentina, por rescatarme de la lluvia y cuidarme con tanto amor-, murmuró el pequeño burrito.

Valentina sonrió y le dijo: -De nada, amiguito. Todos merecen ser cuidados y sentirse felices-. El burrito aprendió una gran lección: la importancia de la bondad y el cuidado hacia los demás, sin importar lo pequeños que sean.

Ahora, siempre recordaría el día en que encontró un hogar cálido y amoroso, gracias a la generosidad de Valentina.

FIN.

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