El viaje del zorrito y sus amigos
Había una vez en un hermoso parque, cinco amigos muy especiales: Vista, Olfato, Gusto, Tacto y Oído. Ellos vivían felices recorriendo juntos cada rincón del parque, disfrutando de todas las maravillas que los rodeaban.
Un día, mientras paseaban por el bosquecito de árboles frondosos, se encontraron con un pequeño zorrito perdido. El zorrito parecía asustado y triste. Los cinco amigos se acercaron para ayudarlo.
"¡Hola amiguito zorrito! ¿Estás perdido?" -preguntó Olfato con su agudo olfato detectando el miedo en el animalito. El zorrito asintió con la cabeza y les contó que se había separado de su mamá mientras jugaba. Los cinco amigos decidieron entonces ayudarlo a encontrar a su mamá.
Vista miraba atentamente a su alrededor buscando pistas visuales, Olfato olfateaba el aire intentando percibir algún aroma familiar, Gusto probaba algunas hojas para ver si reconocía el sabor del lugar donde vivía el zorrito, Tacto exploraba los árboles cercanos en busca de alguna pista táctil y Oído escuchaba atentamente cualquier sonido que pudiera llevarlos hacia la mamá del pequeño animal.
Después de recorrer juntos un largo camino lleno de aventuras y obstáculos superados gracias a la colaboración de los cinco sentidos, finalmente lograron encontrar a la mamá zorra.
Ella estaba muy agradecida y emocionada al ver a su cachorro sano y salvo junto a sus nuevos amigos. "¡Muchas gracias por traerme de vuelta a mi pequeño!" -dijo la mamá zorra con lágrimas de emoción en sus ojos.
Los cinco sentidos sonrieron felices al ver reunida a esta familia tan especial gracias a su trabajo en equipo y solidaridad.
Desde ese día, el zorrito visitaba regularmente al grupo en el parque para jugar juntos y aprender más sobre cómo utilizar cada uno de los sentidos para descubrir el mundo que los rodea.
Así, Vista enseñaba al zorrito a apreciar la belleza del paisaje natural; Olfato le mostraba cómo detectar peligros o alimentos mediante los olores; Gusto le enseñaba a disfrutar sabores nuevos; Tacto lo guiaba para explorar texturas diferentes; y Oído lo ayudaba a escuchar sonidos importantes para orientarse.
El pequeño zorro creció feliz y siempre recordaría con cariño aquel día en que Los Cinco Sentidos le salvaron la vida y le mostraron lo importante que es trabajar juntos y valorar todas las capacidades sensoriales que poseemos. Y así siguieron viviendo aventuras juntos en aquel hermosos parque donde todo era posible cuando estaban unidos como verdaderos amigos. ¡Y colorín colorado este cuento ha terminado!
FIN.