El Viaje Espacial de Tomás
Capítulo 1: El Sueño de Tomás
Era una noche estrellada, y Tomás, un niño de diez años, miraba por la ventana de su habitación. Su habitación estaba llena de libros sobre el espacio y posters de astronautas. Un día, él decidió que quería hacer algo más que simplemente leer. Quería conocer el espacio en persona.
- ¡Mamá! - llamó Tomás, emocionado. - ¿Podemos ir al espacio?
- Bueno, cariño, eso es un poco complicado - respondió su madre. - Pero si de verdad lo deseas, podrías buscar una forma de hacerlo.
Tomás se quedó pensativo. ¿Cómo podría ir al espacio? En su mente, las estrellas brillaban aún más fuerte esa noche. Decidió que al día siguiente haría un plan.
Capítulo 2: El Plan
Al día siguiente, con su cuaderno de dibujos, Tomás comenzó a esbozar su increíble nave espacial. Usó cartón, tapitas, y cualquier material que encontró en su casa.
- ¡Esto es solo el comienzo! - se dijo a sí mismo, lleno de optimismo.
Tomás se pasó el día entero trabajando en su nave. Al final, se sentó en su silla y dibujó un espacio alrededor de su casa, un mapa donde tenía que ir cada planeta que quería visitar.
- ¡Soy un astronauta! - exclamó, sintiendo que su imaginación lo estaba llevando más allá.
Capítulo 3: La Luna Mágica
Una noche, mientras dormía, Tomás tuvo un sueño especial. Se despertó en su nave, y ¡sorpresa! ¡Estaba en la Luna!
- ¡Guau! - gritó al ver el paisaje plateado y el enorme cráter.
En ese momento, se acercó un conejo con un traje espacial.
- ¡Hola, terrestre! - saludó el conejo. - Soy Luco, el guardián de la Luna. ¿Qué haces aquí?
- Vine a explorar el espacio y conocer nuevos lugares - respondió Tomás, emocionado.
Luco le enseñó a saltar en la baja gravedad. En un instante, Tomás se sintió libre, como si estuviera volando.
- ¡Esto es increíble! - exclamó, dando saltos altos.
Capítulo 4: Viaje a Marte
Después de explorar la Luna, Tomás le pidió a Luco que lo llevara a Marte. Así, juntos construyeron una pequeña cápsula y, con un poco de magia lunar, partieron hacia el planeta rojo.
- Marte es famoso por sus grandes montañas y valles - dijo Luco mientras aterrizaban.
Al llegar, Tomás notó la belleza de Marte, pero también se dio cuenta de que él no estaba solo. Encontraron a un pequeño robot llamado R2, que trabajaba en unas excavaciones.
- ¡Hola! - dijo R2, con su voz metálica. - Estoy buscando agua. ¿Pueden ayudarme?
Tomás y Luco unieron fuerzas con R2 para encontrar agua. Juntos cavaron hasta dar con un pequeño arroyo rojo.
- ¡Sí! - gritó R2. - ¡Gracias, amigos! Ustedes son unos verdaderos exploradores.
Capítulo 5: Encuentro con las Estrellas
Tras despedirse de sus nuevos amigos, Luco llevó a Tomás a un lugar especial donde se podía acercar a las estrellas. Al mirar hacia arriba, Tomás se maravilló al ver cómo los astros brillaban con fuerza.
- ¿Puedes oírlas? - le preguntó Luco.
Tomás se concentró y, al hacerlo, escuchó un suave murmullo.
- ¡Son canciones! - se emocionó. - Lo siento, no puedo verlas, pero puedo sentir lo que sienten.
Las estrellas comenzaron a brillar intensamente, iluminando el espacio alrededor de ellos. Tomás cerró los ojos y se dejó llevar por la melodía estelar.
Capítulo 6: El Regreso a Casa
Después de tantas aventuras, Tomás sintió que era hora de regresar a casa.
- Ha sido el mejor viaje de mi vida - dijo Tomás con una gran sonrisa.
Luco sonrió.
- Recuerda, siempre que mires hacia el cielo, estaré allí contigo.
Tomás despertó en su cama, con su cuaderno de dibujos a su lado.
- ¿Fue un sueño? - se preguntó. Pero al ver el mapa que dibujó, supo que esas aventuras siempre estarían con él.
- ¡Voy a contarle a todos sobre mi viaje! - se dijo, lleno de entusiasmo, y salió corriendo hacia el desayuno, listo para contar su historia y seguir explorando el mundo desde su hogar.
Fin.
FIN.