El viaje estelar de Mateo



Había una vez un valiente astronauta llamado Mateo, que se embarcó en una misión muy especial: proteger a la Tierra de un peligro inminente.

Una enorme roca espacial se acercaba a gran velocidad y amenazaba con chocar contra nuestro planeta. Mateo sabía que debía hacer algo para salvar a su hogar, así que decidió pedir ayuda a los demás planetas del sistema solar.

Con su nave espacial, recorrió cada rincón del universo en busca de aliados dispuestos a unirse a él en esta importante tarea. - ¡Hola, Marte! ¿Te gustaría ayudarme a proteger la Tierra? -preguntó Mateo con entusiasmo. - ¡Claro que sí, amigo astronauta! Estoy listo para colaborar en lo que sea necesario -respondió Marte con determinación.

Así, uno por uno, todos los planetas se sumaron a la causa de Mateo. Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno ofrecieron su apoyo incondicional.

Incluso Plutón, aunque ya no fuera considerado oficialmente un planeta, quiso participar en esta noble misión. Pero aún faltaba algo importante: las estrellas. Mateo sabía que necesitaba su luz y energía para detener la roca espacial.

Con valentía y determinación, se dirigió al corazón mismo de la galaxia para pedir ayuda a las estrellas más brillantes y poderosas. - ¡Oh estrellas del universo! Necesito su ayuda para proteger a la Tierra de una terrible amenaza. ¿Me acompañarían en esta difícil tarea? -suplicó Mateo con humildad.

Las estrellas escucharon el llamado del joven astronauta y decidieron unirse a él en esta épica batalla por la supervivencia de todos los seres vivos en el planeta azul. Brillaron con fuerza y rodearon a Mateo con su resplandor celestial.

Con los planetas en sus brazos y las estrellas como guías luminosas, Mateo regresó rápidamente hacia la Tierra justo a tiempo para enfrentar el impactante choque de la roca espacial. Con astucia e ingenio, logró desviarla hacia otra dirección antes de que fuera demasiado tarde.

La humanidad observaba maravillada desde abajo cómo el valiente astronauta junto con los planetas y las estrellas habían salvado al mundo entero.

Todos celebraban emocionados este acto heroico que demostraba el poder de la solidaridad y el trabajo en equipo. Desde ese día, Mateo se convirtió en un héroe intergaláctico admirado por todos.

Y cada noche, cuando mires al cielo estrellado, recuerda esta increíble historia donde un simple astronauta logró lo imposible gracias al amor por su hogar: el hermoso planeta Tierra.

FIN.

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