El Viaje Estelar de Tomi
Había una vez un niño llamado Tomi, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de colinas verdes. Cada noche, cuando el cielo se oscurecía, Tomi se sentaba en su patio trasero con su telescopio, observando las estrellas y soñando con los planetas lejanos.
- ¡Mirá, mamá! ¡Ese es Júpiter! - exclamó Tomi una noche, apuntando con su dedo al cielo.
- ¡Sí, los anillos de Saturno son hermosos! - respondió su madre, sonriendo.
Un día, mientras estaba en el escuela, la maestra anunció un concurso de ciencias. El ganador tendría una excursión a un observatorio astronómico. Tomi se emocionó.
- Yo voy a participar, señorita. - dijo con determinación.
- Muy bien, Tomi. ¿Cuál será tu proyecto? - preguntó la maestra.
- Un modelo del sistema solar, con todos los planetas y sus características. ¡Va a ser genial!
Los días pasaron y Tomi trabajó arduamente en su proyecto. Pasaba horas recortando cartón, pintando los planetas y aprendiendo sobre ellos. Sin embargo, cuando ya estaba casi listo, su amigo Lucas se le acercó.
- Tomi, vos siempre creés que sos el mejor. ¡No te va a resultar fácil ganar!
Tomi sintió un nudo en el estómago. A pesar de su amor por el espacio, empezó a dudar de sí mismo. Justo cuando estaba a punto de rendirse, su abuela, que siempre había sido su apoyo, lo encontró.
- ¿Qué te pasa, Tomi? Te veo preocupado.
- Creo que Lucas tiene razón. Tal vez no sea bueno para este concurso.
- Escuchame bien - dijo la abuela, dándole un abrazo. - El espacio es vasto, y también lo son tus sueños. No importa lo que digan los demás, lo importante es que le pongas amor y esfuerzo a lo que te gusta.
Con renovada energía, Tomi siguió trabajando. El día del concurso llegó. Los padres, maestros y alumnos estaban presentes para ver los proyectos. La maestra llamó a cada participante a presentar su trabajo.
- Y ahora, Tomi presentará su modelo del sistema solar - anunció.
Tomi, un poco nervioso, se acercó a su proyecto, que brillaba con los colores vivos de cada planeta.
- ¡Hola a todos! Mi proyecto se llama 'El viaje a través del sistema solar'. Aprendí que Mercurio es el planeta más cercano al sol y Neptuno el más lejano.
Tomi explicó cada uno de los planetas, sus características y curiosidades. A medida que hablaba, sentía que la confianza regresaba a él.
- Y lo más importante es que el universo está lleno de misterios, y espero que podamos seguir explorándolo juntos - concluyó emocionado.
Cuando terminó, recibió aplausos y sonrisas.
- Bien hecho, Tomi. - dijo su maestra con orgullo.
Finalmente, se anunció al ganador.
- Y el premio es para... ¡Tomi! - exclamó la maestra.
Tomi no podía creerlo.
- ¡Gracias! ¡Estoy muy emocionado! - gritó.
Lucas se acercó y le dio una palmada en la espalda.
- Bueno, parece que trabajaste duro. Felicidades.
- Gracias, Lucas. Fue un viaje increíble. - respondió Tomi, sonriendo.
Así, Tomi fue al observatorio y aprendió sobre galaxias, agujeros negros y constelaciones. Allí conoció a muchos otros apasionados por el espacio, con quienes desarrolló una amistad.
- El universo es mágico, ¿verdad? - le dijo a un niño que había conocido.
- ¡Sí! Y hay tanto por descubrir. - respondió el niño.
Tomi comprendió que su amor por el espacio no solo lo llevó a ganar un premio, sino a hacer amigos, descubrir su pasión y entender que los caminos a las estrellas estaban llenos de sorpresas. Desde aquel día, nunca dejó de soñar con ser astronauta, y siempre recordaba que el esfuerzo y la pasión son los mejores cohetes para llegar lejos.
Y así, el pequeño Tomi siguió mirando al cielo pa' soñar, aprendiendo que cada estrella es un símbolo de sus sueños, ¡y que aún quedan muchos viajes por hacer!
FIN.