El viaje ético de Platón y Aristóteles
Había una vez en la antigua Grecia, en un pequeño pueblo llamado Atenas, donde vivían dos amigos muy curiosos y soñadores: Platón, un joven filósofo idealista, y Aristóteles, un sabio pensador pragmático.
Platón siempre se preguntaba acerca de cómo vivir una vida justa y buena, mientras que Aristóteles prefería observar el mundo a su alrededor para encontrar las respuestas a sus preguntas. Juntos pasaban horas discutiendo sobre temas profundos como la verdad, la bondad y la virtud.
Un día, mientras paseaban por el bosque cercano a su pueblo, se encontraron con una anciana sabia que les dijo:"Mis queridos jóvenes, si desean descubrir el verdadero significado de la ética y cómo aplicarla en sus vidas, deben emprender un viaje hacia lo más profundo de sus corazones y mentes.
"Platón y Aristóteles se miraron emocionados y decidieron seguir el consejo de la anciana sabia. Se adentraron en el bosque siguiendo un camino desconocido que los llevó a una cueva misteriosa.
Al entrar en ella, se encontraron con un espejo brillante que parecía reflejar sus propias almas. "¿Qué ven en ese espejo?", preguntó la anciana sabia desde las sombras de la cueva. Platón miró fijamente el espejo y vio reflejada su propia idea de justicia y bondad.
Mientras tanto, Aristóteles observaba detenidamente el reflejo buscando respuestas basadas en la realidad que lo rodeaba. De repente, el espejo comenzó a brillar intensamente y una luz cegadora los envolvió a ambos.
Cuando volvieron a abrir los ojos se dieron cuenta de que habían sido transportados a un lugar mágico donde todo era posible. Allí conocieron a personajes increíbles que representaban diferentes aspectos de la ética: la valentía, la generosidad, la honestidad y muchos más.
Cada uno de ellos les enseñaba lecciones importantes sobre cómo ser mejores personas y contribuir al bienestar común. Después de muchas aventuras emocionantes e inspiradoras, Platón y Aristóteles regresaron a su pueblo con el corazón lleno de sabiduría y gratitud.
Comprendieron que la ética no solo consiste en conocer lo correcto o lo incorrecto, sino también en vivir conforme a esos principios todos los días.
Desde entonces, estos dos amigos se convirtieron en grandes maestros cuyas enseñanzas perdurarían por siglos para guiar a las futuras generaciones hacia una vida plena y virtuosa. Y así fue como surgió la ética gracias al encuentro entre Platón y Aristóteles en aquella cueva mágica donde descubrieron juntos el verdadero significado del bien vivir.
FIN.